El silencio de Tamar
La congresista Tamar Arimborgo está en silencio. De un tiempo a esta parte, luego de una serie de menciones a los problemas regionales, decidió cerrar la boca. No habla ahora en los medios y eso nos parece una resta. Ella debería seguir hablando sobre los inconvenientes, debería seguir fijándose en nuestros defectos y debería seguir recomendando las soluciones. Es decir, ella debe volver a hablar, a poner los puntos sobre los ies. No puede seguir en ese silencio prolongado como si no le importara la región del bosque.
Hora de protesta
Es extraño que los lugares que van a ser marginados por don Francisco Sanjurjo, según propias palabras, no hayan dicho absolutamente nada después de las declaraciones explosivas del referido. Es como si con ellos no fuera la cosa y han optado por el silencio. Así no son las cosas, porque sino protestan, sino cuestionan a la autoridad recientemente elegida, seguro que van a tener que pagar las consecuencias. Y no hay derecho para que no tengan participación en el gasto y en el presupuesto. Es hora entonces de salir a protestar contra esa evidente discriminación edil.
Falta de limpieza
Muchos de los candidatos y candidatas todavía no inician las labores de limpieza de sus afiches, carteles y letras puestas durante la campaña electoral. Al parecer no hay la voluntad de acabar con esa suciedad y las cosas siguen normales en apariencia como si no existiera la ley que les obliga a limpiar los muros y las calles atestadas. Los candidatos y candidatas no deben olvidar que tienen 60 días calendario para sacar sus paneles, letreros y otros para que la ciudad queda limpia de esos desastres.
Conformes con los resultados
Una vez terminado el conteo electoral, una vez declarados los ganadores de la contienda de las ánforas, es hora de verificar que no hay mayores reclamos de los perdedores. Las denuncias de fraude han sido pocas y esporádicas y no se han convertido en cuestiones de Estado. Ello entonces revela que las pasadas elecciones han sido afortunadas. Ya que todo el mundo quedó conforme con los resultados. No ha sido así siempre, lo cual de una u otra manera demuestra que estamos avanzando hacia un afianzamiento de la democracia.
A todo volumen
Los señores choferes, como si no existieran las autoridades de tránsito, continúan manejando bajo el imperio de la estridente música. Mientras van y vienen por las calles, mientras trabajan diariamente, no dejan de sintonizar emisoras que emiten todo tipo de música. A alto volumen, sin respetar el silencio, esos choferes contaminan el medio ambiente con el ruido. No respetan los derechos de los pasajeros y, lo peor de todo, es que nadie les dice nada. ¿Hasta cuándo continuará esa lamentable y bulliciosa situación?
Los choferes cobradores
Otro de los defectos de los señores choferes es que a veces se convierten en cobradores. Así manejan y extienden la mano a cada rato para recibir las monedas, haciendo un movimiento que puede ser peligroso para la seguridad del vehículo. Lo peor de todo es nadie dice nada contra esa costumbre que se impone en Iquitos. Sería importante que las autoridades determinen que un chofer no puede ser cobrador porque ello pone en evidente riesgo a la unidad motorizada.
Luchadores desaparecidos
¿Dónde están aquellas personas vinculadas a la municipalidad de Maynas que antes iban por las calles combatiendo al ruido inmediato, al ruido que se iba produciendo entonces? Esos guardianes han desaparecido y dejado de recomendar a ciertas personas que no fomenten la estridencia. De pronto han desaparecido y dejado en el aire a un programa que era necesario en una ciudad ganada por el ruido. Desde aquí pedimos a las autoridades ediles, a la alcaldesa de Maynas, que vuelvan los luchadores contra el ruido.