Para el escritor Marco Antonio Panduro, la denominación “Iquitos, Isla Bonita” sonaba mejor en el año 70, donde no había tanta población, ni mucho tráfico y la vida era un poco más relajada y había muy poco ruido.
“Iquitos era una Isla Bonita, tal vez. Sería ideal recuperarla, o en todo caso mejorarla o arreglarla. Habría que trabajar mucho en eso”, dijo.
Precisa que al final, son los mismos pobladores los que tienen el mérito para hacer que sea o no una Isla Bonita.
“Iquitos goza de una vitalidad que incluso en otras ciudades de la Selva no se encuentra. Hay una especie de energía elevada a la “n” que me llama mucho la atención porque es diferente a la de Lima”, destacó.