Escribo este artículo con la frustración de saber que es nuestra realidad, pero no podemos ir a ciegas en la vida, tenemos que ser conscientes de ella, de nuestros indicadores económicos, y la verdad es que vamos de mal en peor. En anteriores artículos escribí respecto a la desaceleración de la economía de nuestra región; y efectivamente, la misma se percibe en diferentes sectores cuyos números muestran una contracción en el mercado. Hace pocos días me llegaron las más recientes estadísticas oficiales sobre la situación económica, y aunque algunos no lo crean, los ratios comerciales no son datos fríos e inertes; pasa que algunos lo interpretan fríamente. Este reciente estudio entre las diferentes variables, evalúa el comportamiento de las ventas de las principales categorías de consumo masivo en Iquitos desde el año 2014 (5 años). Con el fin de facilitar el análisis agrupamos las categorías en cuatro macrocategorías: alimentos, bebidas (incluye cervezas), cuidado personal y cuidado del hogar. En términos agregados, las ventas mostraban una contracción (disminución) ponderada anual de -3% desde el 2014, sin embargo, en el primer semestre del 2019 muestran una contracción del -9%. El impacto estaría dado por la categoría de bebidas (-11%), alimentos (-7%) y cuidado del hogar (-6%). La única macrocategoría con contracción mínima sería la de cuidado personal con (-2%). A la luz de los números, la contracción en el consumo es innegable, estamos comprando menos.

Sin embargo, cabe hacer algunas preguntas: ¿Cómo se pueden reducir las ventas de alimentos y bebidas? ¿Estamos comiendo menos? ¿Estamos bebiendo menos?…Mi hipótesis es que efectivamente el consumidor loretano está pasando por un fenómeno de migración que va desde presentaciones de mayor a menor precio (productos del “tier 4”, marcas de maquila y moderación en la compra en el mercado tradicional). También hay otros factores relacionados con estilos de vida y tienen que ver con la famosa “Ley de Octógonos”. Una sociedad mejor informada profundiza cambios en sus tendencias de consumo (come más sano). La desaceleración de las ventas de la categoría de gaseosas puede ser un ejemplo de cómo esta migración hacia productos «más saludables» viene afectando a la categoría que registra una tendencia decreciente desde que entró en vigencia esta norma, mientras que la del agua envasada se mantiene positiva.

Retador. Así definen las principales productoras de bebidas no alcohólicas a este 2019. La contracción del consumo, la referida Ley de los octógonos y el alza del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) fueron algunos de los factores que acentuaron la caída del mercado de estas bebidas en lo que va del año. Hasta el momento, el sector decreció -11%; frente al año pasado cuenta la consultora Kantar Worldpanel (KWP). No obstante, aunque el vaso parece medio vacío, está empresa de marketing estima que en este segundo semestre la caída será menor. ¿Señal de mejora?… no precisamente porque siempre se trata de una proyección y la economía está sujeta a los vaivenes políticos e inclusive a variables como calor infernal o nos agarre un diluvio de 40 días y 40 noches; aunque se proyecta una caída importante, se está moderando. Peor es nada… Y los especialistas consideran que puede verse una recuperación paulatina a partir del próximo año; lo que hay que tener en cuenta, es que ya no se trata solo de un tema de tendencia del consumidor hacia productos menos calóricos; si no también, más económicos.

El “Índice de Precios al Consumidor” (IPC) de Loreto luego de 7 meses continuos al alza disminuyeron levemente por primera vez en este año (-0.3%) en el mes de agosto, después de que el mes de julio fuera de (+0.29%); según informó el Instituto Nacional de Estadística. De esta forma, luego de esos siete meses continuos de alza (enero – Julio) tuvo un incremento de +3.89% en ese periodo, recién se logra una moderada desaceleración de los precios en el mercado de Iquitos. Estando la principal alza en el primer trimestre del año : enero (+0.81%), febrero (+0.69), y marzo (+1.63%); luego en el segundo trimestre los precios tendieron a estabilizarse : abril (+0.35), Mayo (+0.06), y junio (+0.06%); se espera que para este segundo semestre el incremento esté dentro de la media nacional. La inflación acumulada de los últimos doce meses es de 4.21%, en el cual no se incluye alimentos y energía (3.20%); lo cual hace un total de 7.41% (una verdadera barbaridad). Tenemos la inflación más alta del Perú, en comparación con ciudades amazónicas hermanas como Tarapoto, que su economía es otra cosa y tiene una de las inflaciones más bajas (1.39%). Es decir en nuestra región Loreto (y no es percepción), la falta de trabajo y movimiento económico, es una triste realidad. Mientras tanto aquí el GOREL no sabe cómo hacer para activar la economía, tiene más de 270 millones de soles a disposición por el fideicomiso y nada, no hay ninguna obra, este año de ese presupuesto solo se gastará en el mejor de los casos 25%, es decir ni siquiera tenemos capacidad y calidad de gasto. Gobernador por favor! asesórese correctamente, y póngase a chambear, para eso fue usted elegido.

Concretar proyectos de inversión es una de las principales tareas del GOREL, tras ocho meses transcurridos de este año 2019 de la asunción del gobernador Elisban Ochoa, vale la pena revisar cómo van las cifras, y en promedio, el gobierno regional ha ejecutado el 32.8% del presupuesto asignado (PIM). Esto se traduce en un gasto de S/. 135’491,526; millones de los más de S/. 501’823,262 millones presupuestados. Por lo que existe un retrazo a la fecha de -33.8% en atención a los compromisos devengados, siendo la cifra más baja de los últimos 20 años. La baja capacidad de ejecución de la autoridad regional genera zozobra, ya que en los 3 meses restantes de este año, deberán gastar (se espera que bien) a una velocidad notable para lograr cifras aceptables. Incluso suponiendo que la gestión de actual gobernador es nueva y está experimentando un proceso de aprendizaje tras su reciente elección (por lo que podrían mejorar en los años venideros), el limitado gasto hasta el momento deja entrever que será muy difícil, si es que no imposible, que alcancen la meta de ejecutar el 100%. Esta incapacidad para invertir supone que muchos proyectos de inversión requeridos para mejorar la calidad de vida de los loretanos como mejoras en redes de agua y alcantarillado o en pavimentaciones, etc; están hoy paralizados. Además, si el GOREL no mejora su ejecución, tendrá dificultades para convencer al Ministerio de Economía y Finanzas (encargado de la distribución de los recursos públicos), de que pueden gestionar los montos que se les asignan, lo que podría afectar la cantidad de dinero que se les asigne en 2020; es decir que nos recorten. Ante este preocupante escenario al octavo mes de este año, se torna esencial que se profundice la coordinación entre las diversas áreas del GOREL, para dar asistencia técnica constante y supervisar la ejecución de las labores cruciales. Esto, no solo con miras a finalizar el año con una tasa de ejecución mucho mejor, sino también para buscar que la situación no se repita año tras año. Sin este apoyo, las posibilidades de que el mal persista no son pocas.

Como si esto fuera poco, para el mes de julio del 2019, Iquitos registra el peor nivel de empleo formal de los últimos 17 años. Con una caída en lo que va del año de -2.6%, originando que casi el 90% de la PEA de la región este desempleada o subempleada. Pueden imaginarlo? Esto quiere decir que los ingresos de las familias se han visto reducidos, y por ende hoy se consume menos. Esta situación incluso afecta al sistema financiero de Loreto, donde la tasa de morosidad a diciembre 2018 fue 8.7% (fuente: BCRP), lo cual indica que los prestatarios no están cumpliendo con pagar sus deudas al banco, y es lógico que cuando los ingresos caen, la morosidad tiende a aumentar, no hay dinero para pagar deudas, así de práctico. Cuando las familias consumen menos cae la demanda interna, cae la inversión (nadie invierte donde no le van a comprar) y se da lo que llamamos recesión. En este contexto, las familias que ahora no tienen empleo, tratan de usar de la mejor manera el dinero que tienen ahorrado, gastándolo por lo general en bienes de consumo que al menos cubran su Canasta Básica Familiar (CBF) al menor costo posible. Si ayer hacían mercado con S/50.00 diario, hoy lo harán con S/40.00; esto se vería mejor si hubiese una estadísticas oficiales y actualizadas sobre el nivel de ingreso de las familias en Loreto.

Mientras nuestro gobernador se empeña en pintarnos un panorama más o menos alentador, es muy posible que nos esté mintiendo. No porque lo que propone hacer sea malo o bueno, si no porque la economía puede estar sometida a tensiones más allá de su ámbito de influencia. Y las malas noticias acaban de aparecer con las más recientes estadísticas oficiales sobre la situación económica de la región Loreto. Ya que sólo crecimos (+0.1%), en el período de los últimos 10 años (2009 – 2018), es decir hemos desperdiciado la última década; sin embargo la inflación en ese mismo período fue de 21.4%, por lo que los loretanos hemos perdido 1/5 de nuestra capacidad de compra en la última década. Los resultados son, la verdad bastante preocupantes. Se Confirma que somos una de las regiones más pobres del país y además, que los niveles de desigualdad entre regiones son bastante marcados. Esto es fácilmente demostrable con los desagregados por provincias y distritos. El centralismo iquiteño y el abandono casi negligente y delictivo de algunas zonas resultan alucinantes. Por ejemplo, en la provincia de Maynas, la incidencia de pobreza es de 36% y la pobreza extrema es de 14%. Sin embargo, en todas las demás provincias el porcentaje excede el 50%, siendo los más graves los casos de Loreto-Nauta (con 69% de pobreza y 37.5% de pobreza extrema); Ramón Castilla (con 75% de pobreza y 43.8% de pobreza extrema) y Datem del Marañón (con un impresionante 78.2% de pobreza y 49% de pobreza extrema).

Estos datos que caen a mis manos tienen que ser de conocimiento de los pobladores de Loreto, aunque los asesores del GOREL y algunos medios de comunicación me hagan bulling, me lancen piedras y sigan despotricando de mi persona. Arguyendo que soy un poco “confrontacional” y pincha globos en las publicaciones que realizo por este medio. La verdad que si se molestan por ser franco, directo y honesto, pues qué le vamos a hacer; del mismo modo cuando mis artículos son publicados en la redes sociales, algunos “Trolls” sembrados y para variar cobardes escondidos bajo seudónimos, apodos, alias, apelativos, motes y nombres falsos; que obviamente defienden intereses políticos de algunos gobernantes de turno siguen dándole a la cantaleta de nombrarme “defensor del sector empresarial”. Ni modo. Ante esto les recuerdo que esta es una “columna de opinión” y siempre intentaré ser lo más objetivo posible. Al cabo de estos casi 9 meses que lleva este año, lamento tener que terminar resumiendo este articulo diciendo que: no me equivoqué; nuestra economía está casi paralizada y peor que antes, no existe inversión de la actividad privada de ningún tipo, al contrario muchas empresas si no dejaron la región están considerarlo hacerlo en el corto plazo, el empleo se degradó a niveles nunca antes visto. Más del 60% de la población de Iquitos no puede acceder a una canasta básica medianamente decente; y esto se debe al fuerte incremento dado en el primer semestre en bienes y servicios en general. La ciudad de Iquitos ocupa el primer lugar en inflación a nivel nacional en los primeros 8 meses del presente año (duplicando el promedio nacional); convirtiéndola en la ciudad más cara del país y probablemente de Latinoamérica. Y ésta no es una mera opinión empírica sino que está basada en indicadores estadísticos, cuyos cuadros adjunto al presente artículo. Este vidente usa información real y cotejada; están Uds. servidos.