Más allá de la decisión del Poder Judicial de impedir la salida del país de Nadine Heredia, esposa del actual presidente de la República, lo que provocó despliegue de la prensa fue la afirmación del representante del Ministerio Público, es decir el Fiscal, de haber encontrado una carta firmada por el fallecido presidente de la república Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, donde señalaba montos de dinero entregado para la campaña del Partido Nacionalista Peruano.
El fiscal Germán Juárez con esta revelación revoloteó todo el ambiente político pero en forma instantánea las voces incrédulas abarrotaron las redes sociales. A los pocos minutos de esa revelación de pudo determinar que la supuesta carta es falsa. Basta una leve mirada a la misma para determinar que la firma de Hugo Chávez es apócrifa. Pero ya la decisión del juez Richard Concepción estaba tomada gracias a un pedido del fiscal.
El diario La República, cosa que debió hacer el fiscal, consultó al perito grafotécnico, Albert Néstor Álvarez Quispe, que es magíster en Criminalística, quien declaró: “Del análisis preliminar, se establece que la firma cuestionada atribuida a Hugo Chávez, trazada en el documento denominado ‘Carta-Confidencial’, desde el aspecto morfoestructural presenta características gráficas divergentes respecto a las firmas de cotejo, compatibles de proceder de distinto puño gráfico”.
En los próximos días una Sala Superior de tres magistrados evaluará la apelación presentada por Roy Gates, abogado de Nadine, quien ha dicho, según el mismo diario, que “No hay motivos suficientes. La primera dama ha enfrentado cada una de las investigaciones que se le han hecho y es imposible pensar que ella va a huir del país, porque está arraigada, tiene tres hijos aquí, entre otras circunstancias. Mientras que la Embajada de Venezuela en Lima negó la veracidad de la misiva y afirmó que era una “temeraria invención”.
¿Cómo así el fiscal, representante del Ministerio Público, no ha tenido la delicadez para consultar a peritos antes de la revelación a la prensa que, entre otras cosas, motivó al juez para decidir sobre la suerte de Nadine? ¿Es posible confiar en la administración de justicia cuando se dan circunstancias como las aquí descritas? Curiosamente a lo que muchos afirman el cargo de Presidente de la República y de lo que se ha dado en llamar Primera Dama, lejos de favorecer a quienes ostentan esos títulos parece que los perjudica. Y uno, desde la lejanía del caso, se pregunta cómo es posible que se administre justicia de esa forma en lo que se ha dado en llamar “la primera vez que un juez ordena el impedimento de salida del país de una Primera Dama” cuando debería ser que no es la primera vez que un fiscal presenta documentos falsos que provocan decisiones judiciales no sustentadas en los hechos.