Hombres en campaña

La reciente visita del ex presidente Alan García Pérez a la feria gastronómica Mistura, es más que un simple recurso del paladar y del bolo alimenticio, más que el anuncio de una posible comilona con selectos invitados. Es la secreta campaña presidencial de alguien que suele decir que no pero que sí,   cuando le preguntan  se quiere volver al poder. El líder del viejo partido,  que en su gestión devoró bastantes embutidos, caros y finos, comenzó a moverse lentamente, a mostrarse como quien no quiere la cosa,  y visita,  como al descuido, como sin querer, lugares periféricos de Lima. Para un animal político como él, su lema integral debe ser aquello de salvo el poder, todo es ilusión.

En nuestro medio la campaña presidencial todavía no comienza. Lo que se inició ya es la brutal lucha por los municipios y el gobierno regional.  Salvo el poder, todo es ilusión, parece ser  también el lema de los líderes que se lanzan a la conquista de esos tronos pequeños, provincianos, que no tienen la importancia ni el prestigio del hospedado en la casa de Pizarro.  Pero ya han soltado a sus chupes o servidores o lacayos para que enloden a los otros, a los rivales. Esos señores fungen de periodistas y tienen espacios radiales y televisivos pagados para insultar.

En las pasadas elecciones, el señor Jorge Monasi Cheglio tuvo la cortesía de invitar un suculento caldo de gallina, antes de proceder a regalar pollos piantes para que se iniciara una especie de criandería generalizada entre los votantes. Lamentablemente,  los galpones imaginados no cuajaron. Pero entre los insultos de tantos, y a diario, y la regalona conducta de Monasi, preferimos lo último. Optamos por el caldo y los pollitos regalados, antes que las groserías de supuestos periodistas. Don Jorge Monasi debería aparecer también en Mistura, informando a la población lo que invitará y lo que regalará en esta contienda donde se enlazó  con el cacareante gallo.