[SE ENFRENTARON CON LA POLICÍA].

En la avenida La Marina en el distrito de Punchana, la protesta se realizó con mayor violencia donde las bombas lacrimógenas, disparos al aire y demás pormenores fueron los principales factores de la molestia popular.

La mañana de ayer amaneció con una cadena de protestas en la ciudad, el gremio maderero en contra de la ley forestal bloquearon las principales vías siendo los más perjudicados los conductores y las vendedoras que se dirigían a los principales mercados. Desde muy tempranas horas el cruce de la avenida La Marina con Capitán Belgrano en Punchana fue tomado por un grupo de pobladores y otro de trabajadores del comercio forestal para solicitar que se derogue la ley que haría mucho daño al sector en mención así como daña el ecosistema tan venido a menos.

Los minutos pasaban y dos tractores jalando inmensos troncos fueron posicionados en el inicio de esta importante intersección para que luego con el uso de neumáticos de diversas denominaciones a los que prendieron fuego y entre vivaz exigieran la presencia de las autoridades. “No podemos seguir permitiendo que nuestra selva sea depredada por gente que solo busca lucrar con las riquezas naturales de todos los peruanos. Aquí el problema es la cabeza ósea el gobernador regional Fernando Meléndez que en su momento de campaña dijo que lucharía por las riquezas y el funcionamiento de las empresas dedicadas al rubro legal de la extracción de madera pero todo fue un engaño”, indicó uno de los manifestantes. Mientras pasaban los minutos, un grupo de efectivos policiales utilizaron gases lacrimógenos con el fin de repeler a los manifestantes poniendo en jaque a los padres de familia que desesperados sacaban a sus niños de colegios cercanos. (M. Lizarzaburu)

1 COMENTARIO

  1. Más de quince años dura ya la pretensión de dotar al sector forestal maderero peruano, de una legislación moderna acorde a sus intereses y expectativas, pero la falta de consenso por parte del Estado y cierto escurridizo interés de los productores y empresarios de primar en serio la explotación y producción sostenible del recurso madera y sus derivados, han hecho que esta tercera normativa forestal -en quince años- sea nuevamente rechazado por los productores y muchos involucrados al sector.
    Con lo que el Estado seguirá perdiendo importantes ingresos tributarios y la población puestos de trabajo en este sector productivo; respecto al cual, a inicios de la década pasada se estimaba que hacia el 2010 podría exportar unos 1.000 millones anuales, pero la realidad actual es que ni siquiera se aproxima a la cuarta parte de ello.
    Todo ello, pese a tratarse de uno de los sectores que en nuestra región es potencialmente productivo, y ser la madera un recurso con proyección de crecimiento en el actual contexto ambiental y de proliferación de construcción de viviendas sostenibles.

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