Escribe: Jhon Rivas senador 2026-2031
El riesgo social, moral y jurídico en nuestra región Loreto, para nadie es ajeno que cada vez va en creciente, requiere una atención urgente y integral, veamos:
La trata de personas se vuelve un tema polémico y de conversación cuando están inmersas o inmersos menores de edad o personas obligadas en contra de su voluntad, en temas referentes a la explotación sexual o prostitución, pero la trata de personas de acuerdo al Poder Judicial del Perú abarca más aspectos como la explotación laboral, la venta de niños o niñas, y extracción o tráfico de tejidos humanos.
En cualquiera de los fines que tiene la trata, más allá de ser un delito que tiene que ser más riguroso al momento de darse su proceso jurídico hasta la sentencia, es una aberración y una maldad que no solamente destruye la inocencia del ser humano sino que deja secuelas psicológicas que se cargan hasta la muerte a pesar de que se pueda recibir ayuda de salud mental.
En nuestra región Loreto tenemos demasiados puntos vulnerables, nuestra geografía es basta y a veces inhóspito, tenemos puertos informales y abundantes lugares de dondese puede tomar una embarcación, y tener acceso a zonas sin control, bote o cualquier transporte fluvial sin ser visto y dejar rastros, de donde parten los abusadores o delincuentes que secuestran con engaños, o penosamente en ocasiones con el consentimiento de la persona por los problemas familiares que pudieran tener, en especial en el caso de la explotación sexual, lo que nos conlleva a la reflexión de que es fundamental el trabajo preventivo con la familia en el fortalecimiento de los vínculos emocionales y en el entendimiento de los pensamientos y respeto a la diversidad de ideas.
Ahora por el lado de la explotación laboral también tiene una connotación de ambivalencia entre el deseo de caer en las redes del delito y el temor de no saber de a que se están metiendo, que se da por la necesidad de querer salir adelante y ganar un sustento económico, sin comprender que al final solo recibirán migajas económicas y seránutilizadas todas las horas al día que puedan rendir con escasas horas para dormir, sin permisos, días libres, ni ningún beneficio y con maltrato físico y psicológico, sin imaginar que hasta delitos pueden estar cometiendo.
En el caso de la venta de niñas y niños ya es algo muy involuntario, cruel e inhumano así como la extracción o tráfico de tejidos humanos, en donde no hay paso atrás o forma de escapar, ya que cuando los bebés o menores de edad son vendidos, son llevados a lugares lejanos de donde han nacido o de donde están sus familias biológicas,sin que puedan tener algún rastro a seguir para llegar luego a ellos; y cuando te quitan algún órgano de tu cuerpo no lo hacen con anestesia o con los mejores cirujanos para no dejar daños, lo hacen matándote, quitándote la vida, para que no haya forma de que puedas decir algo.
En este último tipo de fin de trata, de la extracción, la mayoría de la población cree que solo es un chiste que no se da en la región o que solo es un mito como el del “Pelacara”, pero es una triste y amplia realidad que se da en especial en las zonas de frontera en donde las familias creen que sus familiares han muerto ahogados o desaparecidos en la selva, y cuando en algún momento encuentran cuerpos abiertos y descompuestos genera mucho temor.
Y hablar del narcotráfico ya es un tema que supera hasta la ciencia ficción, somos una región productora y exportadora, que si lo midieran como un indicador positivo estaríamos dentro de los primeros lugares, una lástima para un pueblo que tiene una vasta vegetación para ser aprovechada positivamente, pero la ambición y la ociosidad es más fuerte que el sacrificio y el trabajo honrado, y no solo para las personas pobres, ya que por investigaciones periodísticas a nivel nacional se ha conocido la vinculación de grandes políticos y empresarios exitosos a la droga que destruye el cerebro y a las familias.
Es por eso que estos delitos y otros, también están en mi plan de gestión jurídica en el senado de la republica,principal para fortalecer y mejorarlos las leyes que las combaten, porque creo en la familia y en la urgencia que requieren para darles una línea de lo que se debe hacer o no se debe hacer, abriendo oportunidades para crear mejor calidad de vida y así cerrar brechas en calidad y presencia del estado en estos flagelos que hoy nos atemorizan y destruyen familias.

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