Como un contraste telúrico y natural en el mundo amazónico, el inicio del fin de la jornada cultural “Lluvia de libros” fue bajo el ardor del sol de la mañana de ayer lunes. En el furor de ese clima, digno del inesperado vaivén del trópico del presente, que implica desde la visión sagrada una mayor fecundidad, fue presentado el libro de Jaime Vásquez Valcárcel nombrado Los caminos de la vida. Todo lo que comienza tiene que acabar, desde luego. Así sea una tempestad de obras literarias, pero lo que no puede terminar es la urgencia cívica de continuar en la ardua brega de que la lectura entre nosotros no sea un simple deseo o una derrota repetida y reiterada.

 

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