El padre Anderson Pérez Ramírez de la parroquia San Juan Bautista en Miraflores, destacó la celebración de las recientes fiestas patronales como un símbolo de unidad y colaboración comunitaria. El padre Anderson expresó su gratitud hacia todos los participantes y colaboradores, especialmente hacia los mayordomos, quienes desempeñaron un papel crucial en la organización y coordinación.
«Más que una evaluación, quiero agradecer a toda la comunidad por su dedicación y esfuerzo durante estas fiestas patronales. Cada año, esta celebración nos muestra que tiene su propio encanto y que fortalece los lazos entre la iglesia, la municipalidad, la comunidad campesina y el gobierno regional», comentó. Este año se destacó la presencia de diversas autoridades en los eventos religiosos, subrayando la importancia de la colaboración interinstitucional.
Respecto a los objetivos compartidos para mejorar el distrito, el padre Anderson señaló la necesidad de revisar las estructuras de liderazgo dentro de la comunidad campesina para optimizar la inversión municipal y fomentar una participación más activa de los residentes locales. «San Juan, siendo el distrito más extenso de Quito, nos brinda la oportunidad de trabajar juntos por un futuro mejor, promoviendo siempre un mensaje de unidad y servicio comunitario», añadió el sacerdote.
En cuanto a la participación de los fieles, el padre Anderson reflexionó sobre la importancia cultural y religiosa de la fiesta de San Juan, destacando su arraigo en la identidad amazónica y su capacidad para unir a personas de diversas creencias. «Más allá de la asistencia a misa, la celebración de San Juan es un momento para fortalecer los lazos familiares y comunitarios, buscando siempre acercarnos más a Dios», afirmó el padre.
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