David es ahora el hombre de las “cirugías plásticas”

“ESTUVE PRESO POR LAS MALAS JUNTAS”

Estuvo recluido tres años en prisión
Estuvo recluido tres años en prisión

David Panduro Torres, es un amable señor de 54 años de edad que se dedica a la “cirugía plástica”. Él parcha desde una pequeña bandeja hasta los mandiles rotos de las motocicletas. Trabaja desde hace más de diez años en la esquina de la calle Abtao con Grau. Conozcamos la historia de este loretano que debido a las malas juntas terminó privado de su libertad.

Las consecuencias lamentables que generan las malas andanzas muchas veces pasa una gran factura en la vida de quien así la vive. David aconseja a la juventud a llevar una vida sana, ordenada y responsable.

¿Cuánto tiempo lleva en este negocio?

Llevo más de diez años parchando todo lo que tenga que ver con plastiquería, parcho desde bandejas hasta mandiles de motos, esa es mi ocupación.

¿Antes a qué se dedicaba?

Bueno, yo vendía mis golosinas, cigarrillos y cositas así, de una u otra manera tuve que buscar en qué ocuparme y generar dinero honradamente. Estuve una temporada en la cárcel y es un lugar al cual no deseo regresar jamás.

¿Por qué fue privado de su libertad?

Las malas juntas, la vida bohemia y la forma fácil en que me ganaba la vida fueron los factores principales de que yo vaya a parar preso. Estuve con unos amigos que vendían droga y cuando llegó la Policía nos detuvieron a todos.

¿Cuánto tiempo estuviste recluido en prisión?

Estuve preso tres largos años, aunque yo era inocente. La verdad que yo no comercializaba esa vaina, pero igual fui a parar adentro con todos, tan solo por estar reunido con esos amigos aquel día, como uno es pobre no tiene cómo defenderse y pagar un abogado que lo saque libre, por eso demoré en salir.

David labora en la esquina de Abtao con Grau
David labora en la esquina de Abtao con Grau

¿Cuánto dinero genera en un día de trabajo?

Eso realmente varía, hay días que la clientela llega a montones como hay días que a las justas hago uno o dos trabajitos, pero generalmente llego a sacar unos 50 soles.

¿Vive tranquilo con esos ingresos?

La verdad que me deja vivir tranquilo, puedo darle alimentación y estudios a mis hijas, por eso creo que sí me resulta relativamente rentable.

¿Cuántas hijas tiene?

Tengo tres hijitas, todas son menores, la mayor tiene seis añitos y las otritas más pequeñas de tres y un año.

¿Ya tiene algunos caseritos?

Sí, ya tengo mis clientes fijos y ellos siempre vienen a que les repare sus cosas, ellos también me recomiendan con sus amigos y así gano más clientes, es que hago un buen trabajo.

¿Siempre trabajó en esta esquina?

Sí, desde que empecé hace más de diez años y hasta ahora. No tengo problemas con nadie, por eso trabajo tranquilo aquí.

¿Dónde vive?

Yo vivo en el asentamiento humano “Sarita Colonia” por La Participación, desde ahí vengo todos los días en mi moto, afortunadamente tengo mi motito que me moviliza a todos lados.

Con esta ocupación lleva el sustento diario a casa
Con esta ocupación lleva el sustento diario a casa

¿Desde qué hora comienza su rutina de trabajo?

Generalmente estoy acá de lunes a sábado a las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde, y los domingos solo estoy hasta la una de la tarde.

¿Su señora lo ayuda?

Sí, ella también trabaja conmigo aquí todos los días, es mi gran apoyo porque a veces falta mano cuando viene la chamba en cantidad.

¿Dónde almuerzan?

Le doy dinero a una sobrina para que nos cocine y a eso del mediodía me voy a recoger la comida.

¿Algún mensaje a la juventud, ya que usted vivó un verdadero drama por las malas juntas?

Yo les aconsejo que si tienen la oportunidad de estudiar aprovechen porque no todos cuentan con esa suerte y sino que se dediquen a trabajar honradamente y sin hacer daño a nadie, alejándose de los vicios y de las malas amistades que no traen nada bueno.

Escribe: Randy Wagner Ríos Gutiérrez

randyriosg@gmail.com