En el Perú, luego de seis meses de confinamiento, decretado por el gobierno central, se vienen registrando, al día de hoy, 800,142 casos infectados y, de ellos, 32, 142 personas han fallecido. En las últimas semanas y de acuerdo a las cifras oficiales, se observa un descenso en la curva de infectados, por lo que se calcula que debemos haber llegado a la cúspide de este terrible virus.

Es claro observar que, después de varios meses de combatir esta enfermedad, estamos ingresando a una nueva etapa, donde varios países, a nivel mundial, vienen realizando sus mayores esfuerzos, para desarrollar y producir la tan deseada vacuna contra el COVID 19.

De acuerdo a la información obtenida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han identificado 176 proyectos de vacunas candidatas, de las cuales 143 están en etapa de estudios preclínicos; y, 33, se encuentran en ensayos clínicos, todo ello comprendido desde pruebas, en grupos pequeños de voluntarios, hasta la aplicación de la vacuna candidata en miles de personas, para evaluar la seguridad y eficacia de la misma, a esto se le llama la fase 3.

En la actualidad existen ocho vacunas que han logrado alcanzar la última fase de ensayos clínicos. Dichas vacunas vienen siendo desarrolladas por la Universidad de Oxford, junto a AstraZeneca; el Instituto de Biotecnología de Beijing junto con CanSino Biological; el Instituto de Investigación Gamaleya; Sinovac; Moderna, junto con el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos; BioNTech, junto Pfizer y Fosun Pharma, y otros dos proyectos independientes entre sí, desarrollados por Sinopharm, con los Institutos de Productos Biológicos de Wuhan y Pekín.

Todo ello, nos obliga a diseñar un plan, con un programa de vacunación bien estructurado, ante la llegada de millones de vacunas, que serán adquiridas por el estado, para la vacunación de nuestra población en general. Desde el momento que ingresan al puerto del Callao, pasando por el traslado, distribución y almacenamiento de dichas vacunas, debiendo llegar a cada uno de los establecimientos de salud de las diferentes regiones, provincias, distritos y centros poblados de nuestro país. 

Para lograr un programa de vacunación exitoso, no solo depende que las vacunas hayan sido correctamente fabricadas, sino que, además de ello, se cumplan rigurosamente las normas de almacenamiento, transporte y conservación, de tal manera que las vacunas finalmente lleguen al usuario en condiciones óptimas. Y para ello, la única forma que nos garantice la inmunogenicidad y eficacia protectora de una vacuna, es la denominada “Cadena de Frío”.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la Cadena de Frío como “un conjunto de normas y procedimientos que aseguran el correcto almacenamiento y distribución de vacunas a los servicios de salud desde el nivel nacional hasta el nivel local. La cadena de frío está interconectada con equipos de refrigeración que permiten conservar las vacunas a las temperaturas recomendadas para mantener su potencia”. A su vez, nos dice que, la Cadena de Suministro es “la distribución de vacunas y otros insumos del programa de inmunización que sigue un cronograma de envíos establecido para asegurar que cada establecimiento de salud recibe sus vacunas e insumos en el tiempo correcto, en la cantidad correcta, en las condiciones y temperaturas correctas”.

Asimismo, la OMS resalta, de manera fundamental, el apoyo logístico para los servicios de inmunización, con la finalidad de garantizar la disponibilidad de equipos apropiados y un suministro adecuado de vacunas de alta calidad, además de materiales relacionados con la inmunización. En ese sentido, la principal preocupación sería el no contar con los equipos necesarios ni suficientes para poder cubrir todo el territorio nacional, sobre todo en los lugares más alejados, necesitando grandes frigoríficos para el almacenamiento, conservación y el traslado adecuado de dichas vacunas.

Es por ello que, desde la Comisión COVID 19, venimos trabajando una propuesta legislativa para promover el fortalecimiento de la Cadena de Frío, cuyo método a usar, se hace indispensable para el éxito de los programas de vacunación contra el coronavirus, tanto a nivel nacional, regional y local. A través de dicha iniciativa exhortamos al ejecutivo a tomar las medidas necesarias para el equipamiento respectivo para el almacenamiento, distribución y conservación de las vacunas contra el COVID 19.

Estamos a pocos meses de la llegada de dichas vacunas, es el momento que el ejecutivo tome decisiones trascendentales, para que todos los peruanos alcancemos ser vacunados, llegando hasta los lugares más recónditos del país.

 

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