El día en que empecé a valorar más el tiempo empezaron a llegar herramientas que me permitieran hacerlo. Por ejemplo, cuando obtuve mi primer empleo y aperturara mi primera cuenta bancaria para cobrar mi salario, un agente del banco dedicó minutos de su tiempo a explicarme que, en adelante, podía hacer todos mis pagos a través de su plataforma online.
Cuando empecé a viajar solo, ya no tenía que consultar a cada alojamiento por sus tarifas, sino que, descargando una aplicación podría comparar los precios de todos los alojamientos de la ciudad a la que iba dentro del margen que podía pagar. Prueba de ello es que encontré un hotel en Roma por 7 euros la noche.
La vez en que no tenía saldo para hacer llamadas de un celular a otro, me enteré que se podían hacer llamadas a través de whatsapp siempre que estuviera conectado a internet, y aunque no se escuchaba del todo bien, era una maravilla. Más adelante los hombres de whatsapp añadieron más herramientas a su aplicación, como poder enviar fotos y archivos en diferentes formatos. Ahora, se pueden hacer hasta videollamadas.
No siendo poco el día que me compré una laptop sin entrada de CD youtube ya ofrecía casi toda la música del mundo online y gratis. Entonces, si usaba el lector de CD para reproducir discos de música, ahora que youtube lo tiene todo online ¿Para qué necesitaría el lector?
Cuando había que ir al cine directo a ver la película, este anuncio la difusión de sus carteleras online para que no se pierda en la búsqueda, sino que, llegar minutos antes de que la película empiece, de modo tal, que se puedan comprar las entradas y algo de comer. Pronto, las entradas también se venderían online, con lo cual se podría ir directo a sala “sin más que esperar”. Sin embargo, cuando uno empezaba a acostumbrarse a estos servicios llegó la suscripción a las mejores series y películas por internet con Netflix con lo cual, ya no era necesario ni salir de casa y no pudiendo ser mejor, Amazon acaba de abrir un nuevo negocio, similar a Netflix, aunque para mi gusto, mucho mejor.
Un día, un amigo me invita a visitarlo a su trabajo en un conocido barrio de Lima. Le digo que lo espero en la recepción y me dice que no hace falta, porque no tienen recepción y puedes preguntar a quien primero encuentres en puerta. Voy entonces a verlo, ingreso a su centro de trabajo, y no habían oficinas, todos eran espacios grandes, llenos de colores, plantas y asientos cómodos. No parecía ser un lugar de trabajo, sino uno de recreación.
¿Qué ocurre con mi amigo y sus compañeros de trabajo? Todos tienen menos de 25 años, conforman un equipo de 100 personas, los dueños de la empresa tienen entre 25 y 26 años. Cada día representa para ellos un día de innovación, de mejor lo que ayer fue bueno, para que mañana sea mejor y pasado no exista y algo nuevo lo supere. Está ocurriendo en Perú y me lo creo.