En Pro & Contra hace tiempo consultamos a los que saben, cuando se trata temas especializados, y que no tengan ese afán de figuretismo y opinen de todo, aún cuándo los temas afecten sus intereses académicos, profesionales y económicos.
Por ejemplo, cuando se afecta la vía pública desde una universidad y los arquitectos se callan porque con ello salvan su puestito de trabajo. O, también, cuando se construyen edificios de más de tres pisos en zonas donde no está permitida y se callan porque desde esas alturas se ve “la isla bonita”, como es el caso de un edificio de la zona monumental. Y así podríamos seguir una relación de casos donde la hipocresía arquitectónica es un patrimonio monumental. Ya ni qué decir de aquellos arquitectos que están pensando en Iquitos para el año 2040 y en este 2020 la maltratan con ciclovías impertinentes. Para no hablar de los colegas arquitectos que se callaron en todos los tonos cuando se maltrataba las plazas públicas y se levantaban adefesios sin estética elemental, o de aquellos que en su momento ejercieron cargos importantes y con decisión para implementar políticas de desarrollo urbano que generen cambios positivos en el ornato de la ciudad que nos permita tener una mejor calidad de vida en este Iquitos que actualmente es una urbe sin norte y sin autoridades que la dirijan bien.
Dicho esto, vamos a la esquina de Próspero con Ricardo Palma.
Por eso los que levantan su voz por “el maltrato” en la esquina de Próspero con Ricardo Palma deberían saber que es cierto que se afectó el inmueble que pertenece al Vicariato Apostólico de Iquitos, es decir a la Iglesia Católica. También deberían saber por qué se reemplazó un centro cultural por un centro comercial, perdiendo la razón por la que fue remodelado dicho inmueble.
El que arrienda ese inmueble solicitó autorización para la colocación del letrero y la Dirección Desconcentrada de Cultura de Loreto y Municipalidad de Maynas se la concedieron. Se invocó al inquilino de ese comercio que cumpliera con la propuesta aprobada, y se recomendó que las fijaciones de las letras las hiciera entre los encuentros de los azulejos (juntas) a fin de evitar afectación a los azulejos, considerando la condición de Monumento del inmueble. Sin embargo, el personal contratado no realizó las incisiones de las fijaciones según lo sugerido, y con eso afectó cierto número de azulejos al colocar las letras.
Ahora ¿cómo reparar esas perforaciones? Las entidades involucradas en la aprobación del anuncio tienen la palabra.