¿Por qué se fue el ministro de Economía? Cómo se entiende que ni al cumplir el primer trimestre el gobierno haya tenido ya dos bajas ministeriales. Eso, simplemente es para ponernos recontra nerviosos. Porque si bien es cierto eso responde a medidas políticas del Ejecutivo y -tal cual algunos justificaron un caso aquí en Iquitos- esos cargos son de confianza y por lo tanto no debe sorprender que en menos que se persigna un cura loco alguien se vaya a su casa.
No creo que las cosas puedan o deban darse de esa manera. Por más cargos de confianza que sean no debe tomarse decisiones que a todas luces son pocos serias. Más, decimos, si se trata de un ministro de Economía, por eso me quedo con la sensación de que en pleno vuelo, el piloto ponga en automático el rumbo de la aeronave y el pase a ocupar un asiento como pasajero. O sea, acciones impensadas como irresponsables. Tiradas de los pelos.
A caso, el presidente Martín Vizcarra y su premier César Villanueva, no han evaluado las capacidades, experiencia, profesionalismo de los futuros miembros del gabinete. No existe un perfil en cuyo molde debe calzar perfectamente el nombrado ministro. De pronto todo fue tan apurado que ni siquiera compartieron o socializaron qué querían hacer como gobierno. No hablaron ni michi de la ruta a seguir. Del sello que iba a marcar este periodo de gobierno. Tantas inquietudes dan vueltas y vueltas en la cabeza de los peruanos, que nos termina dando nuevamente la migraña de la desconfianza sobre el dúo Vizcarra – Villanueva.
Ante esto decimos, no hay mal que por bien no venga. Tremendo espejo donde deben mirarse obligatoriamente todos los que aspiran a ser gestión, gracias al voto popular, el periodo 2019 -2022. Los candidatos regionales y municipales deben ser muy meticulosos y exigentes para designar a quienes integraran sus listas de consejeros y/o regidores. Deben convencerse de que de la decisión que tomen al respecto, dependerá la estabilidad de su gobierno. Lo mismo debe ocurrir para poner a la mejor persona en los puestos de confianza. Hombres y mujeres que sean pilares de gestión y no pilotos de la frustración.
Ahora bien, a decir verdad, nada de eso se está cumpliendo en esta campaña electoral. Es un detalle que ni los candidatos ni grupos políticos tomarán en cuenta. Es parte de su naturaleza, de los de ayer, hoy y mañana. No es prioridad para ellos. No está en su chip. Porque por instinto tan solo aspiran a ser elegidos para disfrutar del dulce aroma del poder. Así este sea efímero. Les basta y sobra la idolatría de cuatro o cinco años y nada más.
Y si los ciudadanos, vale decir los electores, no nos ponemos las pilas, si seguimos dando motivo para que estos candidatos se llenen la boca diciendo que nos dejamos convencer facilito. Que más que propuestas y debates de ideas y planes de gobierno, preferimos las fiestitas, bingos y regalitos, pues seguiremos votando mal y no eligiendo bien.
@RMezaS
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