¿Es un bujurqui o un acarahuazú? Me queda la duda cuando observo la foto, está enlodado de petróleo. El color es negro, negro de la mala conciencia de los citadinos que no se inmutan con imágenes como estas. Sí, es en Cuninico, afluente del río Marañón, según el fotograma de la organización indígena. Allí hace unos pocos días se registró un derrame de petróleo que parece, por las noticias y desgraciadamente, son muy frecuentes por el río Marañón. Es un desastre. Pero no solo para los peces si no para la existencia de los seres vivos y de flora silvestre que lo rodea. Atrás quedaron esos cuentos idílicos de los peces y otros animales del bestiario amazónico que entraban en nuestra imaginación cuando éramos niños. Las siluetas de los peces pasaban delante de mis ojos y dentro del agua, en la patria de los bufeos colorados, el fondo del río. Nos miraban sonrientes. Ahora estos, los peces, están siendo agredidos y todavía no adquirimos la conciencia suficiente para parar este drama diario de la población de la selva. Del falso entrampamiento o dilema progreso/ ecología, es un disyuntiva superflua que se diluye cuando hay estas calamidades como la de los derrames de petróleo y que afectan a las poblaciones de la floresta. Antes pesaban desapercibidos, claro, eso queda en los quintos infiernos, soltaban con menosprecio ese latiguillo tonto. Hoy hay dirigentes, hombres y mujeres, indígenas muy concienciados, como los líderes Kukama actuales, que están siempre alerta sobre lo que ocurre en el ámbito de su territorio ancestral. Ellos son la conciencia crítica contra ese desarrollo fácil de inversiones y cambiar las reglas de juego cuando ellos creen oportuno. Habrá que persistir en esta lucha por una Amazonía sin contaminación.http://notasdenavegacion.wordpress.com