“En casa de herrero, cuchillo de palo” reza el conocido refrán que hace alusión a las instalaciones de la piscina municipal de Punchana que parecen ser más un depósito de cosas inservibles, por el estado calamitoso en que se encuentra.
Este ambiente donde anteriormente se colocaron tabladillos de madera y era utilizado para desarrollar sesiones de consejo y actos institucionales, luce descuidado, lleno de moho y con objetos que lucen con óxido.
Por si fuera poco, la piscina principal tiene agua verde estancada que sin duda es un foco infeccioso y criadero de zancudos en época de dengue. Ni que decir de las paredes con mayólica.
Metros más allá, está la galería de exalcaldes que lastimosamente ven en que lo que se convirtió este espacio, que hoy guarda calaminas en desuso, tachos rotos, entre otras cosas inservibles.
Tal parece que la nueva autoridad, Sadith Dávila Solsol, tendrá que empezar por ordenar “la casa” para luego ordenar el distrito. Esperemos que lo haga.