José Rivero, apu de la comunidad Nuevo Libertad cerca de Trompeteros, evidenció la tensión en la región del Bajo Tigre debido al prolongado bloqueo del río. Rivero explicó que el conflicto se originó tras la reactivación del Lote 8 de explotación petrolera, el cual, según él, no ha sido gestionado por el Estado. «Pedimos a las autoridades que atiendan nuestras demandas, como agua potable, salud y educación, que han sido ignoradas durante más de 50 años de explotación petrolera», afirmó.
Rivero también criticó la reunión de flexibilización del bloqueo, señalando que la presencia de representantes no acreditados y la falta de comunicación adecuada con las comunidades reactivaron el bloqueo. «La reunión con la PCM y otras autoridades incluyó a personas que no representan a las comunidades, lo que ha llevado a una nueva escalada del conflicto,» explicó. La comunidad ha decidido intensificar su lucha hasta que se reconozcan sus derechos y se atiendan sus necesidades básicas.
Para resolver la crisis, Rivero hizo un llamado a las autoridades para establecer una mesa de diálogo legítima. «La única solución es una mesa de coordinación que incluya a los verdaderos apus y asesores de las comunidades afectadas,» subrayó. Añadió que esta mesa debe abordar de manera integral las demandas de las comunidades y garantizar que el desarrollo petrolero sea acompañado de inversiones en infraestructura y servicios básicos.
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