Aunque existen infinidad de teorías, lo más probable es que el origen de la danza del vientre esté relacionado con las primitivas danzas rituales de fecundidad que, con el paso de los siglos, se sofisticó e incorporó a la danza clásica de los países de Oriente Medio y Norte de África.
Esta danza se popularizó en el mundo occidental gracias a las películas ambientadas en los harenes de los países árabes, que tan de moda puso Hollywood en la década de los cuarenta y cincuenta, en las cuales seductoras odaliscas aparecían moviendo sus cuerpos de forma ondulante y sinuosa.
Así, hace más de 30 años, surgieron las primeras escuelas de danza oriental en Alemania y Estados Unidos. En la actualidad practicar esta danza se ha convertido en una moda y, una de las claves de su éxito, según las mujeres que comienzan a practicarla es que no tiene nada que ver con el tipo de ejercicio que venían practicando hasta ese momento.