El estado de salud del último rinoceronte blanco del norte macho que queda en el mundo, llamado Sudán, ha empeorado y, a sus 45 años, no se espera que mejore, informó hoy la reserva natural de Ol Pejeta, en Kenia, donde reside el animal desde 2009.

Sudán se recuperó con éxito a finales del año pasado de una infección en su pata derecha derivada de su avanzada edad, pero hace unos días se descubrió que había recaído y que, esta vez, la afección era «mucho más profunda». «La infección ha sido tratada pero, preocupantemente, está tardando más de lo normal en recuperarse, pese a los esfuerzos del equipo de veterinarios que está cuidándolo 24 horas», explicó la reserva en un comunicado.

La institución no es optimista: «Estamos muy preocupados por él. Es extremadamente anciano para ser un rinoceronte y no queremos que sufra innecesariamente». En diciembre de 2017, un comité formado por veterinarios, ecologistas y expertos en fauna salvaje de Kenia, República Checa, Reino Unido y Sudáfrica se reunió para tratar de salvar la vida del último espécimen vivo de rinoceronte blanco del norte macho.