ESCRIBE: Ana Luisa Ríos
Como amazónicos sí considero necesario que visibilicemos si la práctica está relacionada al racismo y la discriminación. En ese caso sí rechazaría la expresión.
En algunas circunstancias reflexionamos sobre las palabras y consideramos que estas son como un iceberg: vemos el significado que usamos y que otros no entienden, pero tienen debajo una red significativa que, en ocasiones, se activa.
La palabra “cholo” designa étnicamente, desde el punto de vista occidental, a un tipo de mestizo peruano. Depende de quién lo dice y en qué circunstancias para asignarle valores positivos o negativos.
Por ejemplo: Los cholos nos hemos rebelado (positivo). Cholo, te quiero mucho (positivo). No es de los nuestros. Es un cholo (negativo).
Charapa, en su primer significado, es una variedad de tortuga. El periodista Humberto del Águila, identificándose tal vez con la resistencia de esta especie se autodenominaba “charapa”.
Muchos de los que nos dicen charapas no lo dicen en sentido despectivo. En todo caso, depende del contexto. Depende desde qué situación se habla, algunas veces desde una situación de privilegio o poder sobre otro. En pocas ocasiones se emplea el término en situaciones de igualdad. En gran parte, la palabra charapa denota una connotación de clase social.
En ciertos momentos sí es despectivo su uso y se asocia charapa a viejos estereotipos como el de la “mujer caliente”. Estereotipos que denotan el desconocimiento y la falta de respeto por la identidad de la población amazónica.
Recordemos que la palabra significa y que, tal como lo afirma Chomsky, hay una estructura superficial y una estructura profunda en la oración. Existe todo un entramado detrás de una expresión y es importante aprender a desentrañarlas y resignificarlas.
Entonces, es una actitud colonial. Ahora se escucha muy poco ese término. Creo que el mercado limeño es el que más lo utiliza con fines comerciales. Hoy mismo, en el camino veía pequeños avisos en el piso que decían: “Loretana, amarres 100% seguros”. También he visto el término “Charapita caliente” en letreros pegados en el piso de algunas calles. Las más de las veces escuché el término asociado a las bromas y las risas. Lo que sí es cuestionable es cuando se manipula el término para levantar un estereotipo colonial. En nuestros tiempos la discriminación está considerada como una actitud negativa y las leyes la sancionan.
Finalmente, quienes dan validez al término son los usuarios. Y todo depende de la connotación con la que se dice. Si yo voy a narrar desde el punto de vista del personaje y ese personaje hace uso del término sí lo usaría. Pero habría que preguntar a la gente a quién se le llama cotidianamente así. Preguntar a quiénes se hayan sentido ofendidos y por qué. En todo caso habría que hacer un estudio, no hay una sola respuesta. Hay que conocer qué piensa nuestra gente porque el adjetivo de charapa, la analogía, la relación a nuestra tortuga pareciera que es porque somos algo lentos, parsimoniosos.
Es importante observar qué connotación tiene la expresión y cómo es la percepción de este término en nuestros paisanos. Hay amazónicos que se ríen del término, depende de la connotación y de la intención del hablante. Como amazónicos sí considero necesario que visibilicemos si la práctica está relacionada al racismo y la discriminación. En ese caso sí rechazaría la expresión.