La estudiantil celebración en Jenaro Herrera de un gastronómico y opíparo Día de la Yuca parece lejos de estas elecciones que hierven de disturbios y enconos en la recta final. Faltan pocos días para la votación y el tubérculo mayor de la maraña nos sale al paso para hacer memoria. Un ejercicio tan necesario en el país que fácilmente confunde los gatos con las liebres, donde gobierna el disco rayado como decía el maestro Luis Alberto Sánchez. Los que no se hacen los locos, ni suscriben el olvido como un cómodo escape, todavía recuerdan que la palabra yuca no era referencia a un suculento sancochado, un surtido juane, una tonelada  de fariña   o cualquier otro preparado de la cocinería local.

Era palabra que servía para graficar las trastadas evidentes del ingeniero y su socio infalible. La yuca había ascendido a los predios nada santos de la política nacional de ese entonces, de hace poco. El inocente tubérculo era una síntesis, una metáfora,  una explicación telegráfica, de lo que significaba ese gobierno. El bacalao inicial también explicaba algunas cosas oscuras. Pero el tubérculo se asoció más a los ahora presos personajes. El más grande admirador de la andina papa, hasta ahora, es Shakespeare cuando imaginó que ese tubérculo podría llover del cielo. Como el café celestial de Juan Luis Guerra. La yuca de por acanga no vuela tan alto. Todavía no tenemos un fecundo bardo admirador de la impresionante yuca selvática. Nadie, ni un inspirado cumbiambero de moda, le pone letra y música.

Pero ello no es impedimento para que digamos a nuestros lectores (as) que la nefasta yuca fujimontesinista, tubérculo más amargo que ayer, no debería reencarnarse en la hija del ingeniero. Ella es una ofensa, como dice el vals, porque es una repetición de lo ya vivido, de la tuberculización corrupta de la vida nacional. Los personajes que sirvieron a su padre y que le acompañan, ocultos  o no, no le dejarían otra alternativa.

1 COMENTARIO

  1. Entiendo que la politica es hasta cierto punto emotiva , es por eso que en un acto de emocion, Mario Vargas Llosa auspicia ,apoya y pide al pueblo ,a la gente que votemos por Humala, pero me pregunto. puede alguien que no vive regularmente en el Peru pedirme que vote por su candidato.Tan mala es Keiko como su padre a quien muchos vilipendian pero no se dan cuenta que la linea que dejo son las mismas que siguieron quienes lo sucedieron,para tener un pais como el que tenemos hoy.

    Disculpen la falta de ortografia recien estoy conociendo mi lap top pero mi voto es por Keiko

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