EL TIEMPO DE LA FURGONETA 

En nuestra memoria, antro siempre impresionable, no puede hasta ahora borrarse esa tijera gigantesca, emprendedora, osada. Tijera de gran formato y tamaño, hecha de duro acero, preparada para cortar sin cansarse, sin conocer el óxido. Apareció el pasado viernes y todavía perdura en nosotros, cortando, arreglando, podando, convirtiendo en plantas enanas a cuanto árbol apareciera en el camino de la alcaldesa de Maynas. Porque ella misma, en un alarde de conocimiento de jardinería, de usufructo del rubro de parques y jardines, aparece sonriendo con las dichosas tijeras. Ella corta y corta como si a esa hora no tuviera importantes asuntos que atender en su despacho, asuntos que deberían tener como centro el futuro de una urbe caótica como Iquitos.

No nos cabe la menor duda de que la distinguida dama haría grande carrera en el arduo rubro del corte y recorte de plantas, de hojas, de tallos y hasta de hijuelos. Con esas tijeras gigantescas, emprendedoras e inoxidables, podría podar a todos los arboles de la Amazonía continental. Irse más allá, inclusive. Pero de nada serviría, porque las plantas no están en crisis en nuestra ciudad. De manera que esas tijeras imbatibles, cortantes, están demás. Sobran en la labor diaria de la máxima autoridad edil. Lo que la preocupada alcaldesa, que gusta de interrumpir sus funciones consistoriales para dedicarse a labores manuales, inmediatas, publicitarias evidentemente, requiere con suma urgencia es de una veloz y potente furgoneta. No para salir en la foto del día, en el informe (in)mediático que invade los diarios, sino para acabar con los desperdicios de Iquitos.

En el rubro de la limpieza pública, la reciente furgoneta ha venido a revolucionar el recojo, cuando pasa por donde los vecinos acumulan sus industrias diarias. Pero si no pasa, la basura se queda allí, como siempre. Sobre todo si es domingo. Y ese día fatal, la alcaldesa y la furgoneta, seguido por fotógrafos, por partidarios, por cronistas imparciales, haría bien en embestir esos montones y montículos. Todo para que el lunes los fuerzas motorizadas del ingeniero Brunner continúen con la limpieza pública y privada.