Periodista Manuel Sánchez, antes de partir:

“Fue un hombre muy correcto, al servicio de Dios, antes de morir me dijo: estoy viendo tantas cosas hermosas que ustedes no pueden ver, porque el Señor tiene preparado algo bello para mí, cerró sus ojos y ya no volvió a respirar”, fue la última escena del periodista Manuel Sánchez Cobos, narrada por su esposa Lotty Rimachi Zevallos.

En menos de siete días, la periodista Lotty Rimachi perdió a su mamá y a su esposo. “Me enteré de la muerte de mi mamá, mientras atendía a mi esposo en el Sombrero de Paja. A mi esposo no le hicieron ninguna prueba, se agitaba mucho, le faltaba la respiración, primero fuimos al Seguro, pero había mucha cola y él no quería estar ahí. Nos fuimos al Sombrero de Paja, luego de atenderlo me dijeron que necesitaba oxígeno y compramos un balón a cuatro mil soles, tuvimos que mandar a recargarlo” narró Lotty.

“Como se ponía mal, llamaron a una ambulancia, nos dieron un balón chico para el camino y nos llevaron al Seguro, yo le daba valor y él me decía: no te preocupes Lotty todo saldrá bien. Llegamos, él estaba mal, gracias a una paciente que compartió su oxígeno logró estabilizarse y lo hospitalizamos, pero no había camas, así que me dijeron que me debo acomodar y traer mis cosas porque todo estaba lleno. Estaba desesperada e impactada porque no había donde ponerlo, buscaba en todo momento que lo metan a sala, pero no había”.

“Me instalé detrás del tópico, mandé a traer un toldito y mecedora para acomodarme. Él tenía un equipo portátil que le daba oxígeno las 24 horas del día, pero en la tarde del jueves 07 le comenzó a faltar el aire, pedía ayuda a todos y nadie contestaba. Me fui corriendo a decirles a los médicos que su respiración estaba acelerada, vinieron y le pusieron más oxígeno, decían que necesitaba estar en una sala para que le instalen el ventilador mecánico, pero les decían que no hay sala. Él me pedía que esté calmada”.

“Yo insistí hasta el último, los médicos me decían que tenían que llevarlo al hospital de campaña, pero él me decía que no quiere ir porque no nos podrá vernos ahí adentro y todos salen muertos, al final no le llevaron porque comenzó la lluvia”.

“Mis dos hijos llegaron, él decía que tenía mucho calor, le levantaron la regulación hasta el último, luego me llamaron a decir que hay posibilidad de entrar a una sala donde hay ventilador, pero ya era demasiado tarde porque él ya había fallecido”, contó Lotty.

Ambos eran líderes en su iglesia, por eso Manuel le dijo a Lotty que “Jesucristo murió por nosotros y resucitó, eso nos da esperanza de vernos nuevamente”, fueron las últimas palabras de Manuel Sánchez Cobos.

Lotty termina diciendo en Pro & Contra Digital, “he recibido mucha fortaleza de todos y seguiré adelante con mis hijos. Siempre lo voy a recordar, mi compañero fiel y eterno, estoy contenta por eso y me reencontraré con él”.