PRIMERO. Recién en la primera semana de septiembre se podrá conocer el veredicto de la segunda sala civil de la corte superior de Arequipa sobre la irregular candidatura al Gobierno Regional de esta región del congresista Marco Falconí Picardo. Si es contraria a sus intereses, seguro que podría apelar retrasando la decisión de su situación.
La ODPE ha determinado que a más tardar hasta la segunda semana de septiembre deberá contar con la relación final de los candidatos. Es muy probable que este caso no esté claro hasta esta fecha. El congresista que tuvo suerte sacándose buenos miles de soles en la Tinka y ganando la elección al parlamento en estos votos arrastres de su agrupación, ahora cree que se va salir con las suyas y le ganará al estado, claro en actitud sospechosa del Poder Judicial y un Congreso que no está firme en su posición. Como si le agradase que Falconí abra la puerta para que otros lo secunden, no en esta, pero si en futuras elecciones.
SEGUNDO. En Iquitos es harto conocido que el Congresista Víctor Grández ha sido agiotista desde buen tiempo atrás. Que eso le sirvió para aportar a la campaña de los Fujimoristas y que le sirvió su negocio de hotel de paso para seguir recaudando sin mayor control. Ha tenido que ser ventilado su caso en cadena nacional para que recién las autoridades se pongan los pantalones en esta ciudad. Parece que la indignación nacional sólo se activa si los informes salen en la Tv. de Lima.
Nuevamente estamos ante el respaldo consentido de una bancada que recluta intereses más no convicciones. Pues hace un año que otros medios reportaron la explotación sexual en las instalaciones del hotel “de la mamá” de Grández. En ambos casos ya no sorprende la desfachatez de los parlamentarios, sólo que esta vez encuentran afinidades en el congreso para postergar una posible sanción ante la inminente infracción/delitos que cometen.