Escribe: Pedro Mozombite (Cronista)

Los inmigrantes o turistas en Nauta que visitan esta encantadora laguna pueden pensar que siempre existió esta cocha, llamado ahora “Sapi Sapi” desde 1996, como suele suceder en las altas montañas, encontramos o existen cochas de aguas negras aparentemente mansas, pero con misterios indescriptible.

Los antiguos pobladores de Nauta narran que la laguna se formó de la nada, es decir, antes de ser laguna era un riachuelo o cañito que emanaba sus aguas de una zanja.

En esos años no había vivientes cercanos al riachuelo, solo caminos y trochas; se empezó hacer cocha cuando construyeron un dique y el agua se expandía hasta ir formando una laguna. A través de los años sembraron victorias regias y fue creciendo rápidamente un bosque de piripiris y rayabalsas.

Cuando la laguna se expandía cada vez más; en la orilla construyeron tabladillos que servía a las mujeres para lavar sus ropas y a los niños para lanzarse al agua. En la década de los “50” no existían troncos de aguajes. Cerca de la Laguna abundaban árboles frutales como los troncos de mamey o pomarrosa. Sus frescas aguas desembocaban a la quebrada Zaragoza, cerca de una antigua ladrillaría.

Finalizando la década de los 60 recién aparecen los troncos de aguajes. La historia de esta laguna está llena de leyendas, mitos, cuentos, creencias y tantos hechos reales ocurridos en Nauta en esos años místicos cuando creíamos fuertemente en “el airado de los niños”, “el cutipado” “el manchari”, “la madre de la cocha”, “madre del monte” o las “sirenas viven en los ríos o cochas”.

Como es el caso de 1979, un suceso que consternó al pueblo de Nauta, un niño de 13 años se perdió en la profundidad de la laguna mientras bañaban con otros niños, llegando aparecer con vida después de 4 horas. Desde aquel año los niños se alejaron de la laguna y dejaron de bañarse en ella para siempre.

También el testimonio de Don Leopoldo Tamani, “el curandero del pueblo” del siglo pasado, quien sanó a una niña de un terrible mal, habiendo sido su alma “robada” por los “Santos del Agua” de la laguna, así lo llamó este “curandero”.

En 1980 había un zoológico que duró algo de 5 años; albergaba animales como: motelos, majas, sachavaca, añuje, loros, serpientes, monos entre otros, la laguna era un lugar turístico y muy visitado.

Ahora, algunos pobladores creen que “la madre de la cocha” esta dormida, dentro de las profundidades; otros que ya salió por eso sus aguas ya no son negras como lo era antes.

Fuentes orales: Leopoldo Vásquez Navarro, poblador nautino, nacido el 1 de julio de 1933; Francisco Santiago Tamani Murayari, poblador nautino, nacido el 24 de mayo de 1967; Julia Gladis Tamani Pacaya, pobladora nautina, nacida el 4 de octubre de 1967.

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