El río de la inspiración

Me invitan a hablar en la Exposición Binacional Perú- Colombia, sobre el Agua. El tema es el legado cultural y espiritual del rio Amazonas. Una enaltecedora idea de la Autoridad Nacional del Agua y la Embajada colombiana en nuestro país.  Muchos escolares, que están como en penumbras, pero tienen el interés por escuchar, por aprender, por entender, llegan al Parque de la Exposición de Lima.

Y escuchan sobre el Amazonas. Se adentran en los vericuetos complejos y concretos de la Amazonía. Casi dos tercios del territorio peruano. Casi 8 millones de km2 del territorio continental. Una población de más de 30 millones de personas viviendo en sus confines. Más de 40 etnias, de más de una docena de familias lingüísticas conviviendo en ella.

Un río que genera vida y se desborda. Una fuente de agua que se transforma en creación y creatura. El espacio que mantiene el equilibrio ambiental del planeta.  Flora, fauna, clima, suelo, humanidad.

Dicen los sabios del bosque que este río ya existía muchísimo antes que Dios nazca. Dicen, además, que de él surgió todo lo que ahora vemos y escuchamos. Dicen que tras su inmensidad, existe el secreto de la fuente de conocimiento ancestral y la gran promesa del futuro promisorio que ansiamos. Esta Nación, que alguna vez avizoró, fascinado y temeroso, el conquistador Francisco de Orellana, en 1542, representa en su propia constitución, en su enramada constelación exuberancia, una declaración de libertad. Un grito de pasión. Un soplido caliente de sabiduría.

Un lugar donde la inspiración es tan fuerte y evidente que se generan alucinantes proyectos como el MECA (Museo Efímero Contemporáneo de la Amazonía), ideado por Malena Santillana.

Santillana vive en Paris hace quince años. Desde 2006 es jefe y curadora del grupo America Latina del Salon Comparaisons, en elGrand Palais de Paris, uno de los salones históricos de arte más importantes de Francia. Artista visual, su trabajo abarca el video arte, la pintura y la instalación con una formación multidisciplinaria en cine, danza y teatro. Ha expuesto en Europa, América  Latina y USA.

El MECA es un proyecto itinerante, de existencia efímera, que revisita obras íconos del arte occidental como la Monalisa de Da Vinci, el Pensador de Rodin, la Venus de Milo, la Siesta de Van Gogh, etc., que forman parte del subconsciente colectivo de un público del primer mundo y accesibles a una élite de los países del tercer mundo, pero aun ausentes para la gran mayoría, como por ejemplo los pobladores de la Amazonía. Sirviéndose del video-arte, estas obras se fusionan con la realidad local de hombres y mujeres amazónicos de nuestros días y se convierten en obras-escenas – así, la Monalisa se “encarna” en la figura risueña de una vendedora de comida típica,  el Pensador encontrará su reflejo en un esforzadísimo cargador en el puerto de Belén, etc.

El espectador podrá redescubrir a personajes casi anónimos, quien reapropiándose de los códigos de excelencia de las obras maestras traspasan las fronteras de su humilde condición, mostrando su dignidad. La inauguración del MECA será este 15 y 16 de junio en el Malecón de Iquitos.  Una gran oportunidad para conocer un proyecto muy interesante y el trabajo de una buena profesional como Malena, a partir de la inspiración amazónica.

Un espacio de acción y de labor. De ideas y de sensaciones.

Una lucha contra la depredación, contra el hambre, contra el abandono. Contra el caos y el olvido.

“Ese río tiene sueños postergados, pues ha vigilado las orillas por siglos y siglos”, como señala el poeta Carlos Reyes.

Agua que es vida y es cultura.

Ha pasado mucho tiempo antes de que haya habido un acercamiento del resto del Perú con la Amazonía. Pero tenía que explotar. La gente se está dando cuenta de ello, no solo en el número de expresiones que se muestran. La ausencia de nuestro imaginario y nuestra realidad entre la intelligentzia y el ámbito político ha sido clamorosa. Solo quienes han desafiado esa cansina letanía y se han decidido traspasar el muro invisible con propuestas de alta calidad y de valor, no solo por la temática sino por la forma, han empezado a recibir, lentamente y a cuentagotas es cierto, atención.

Hay una deuda pendiente del Perú hacia la cultura y el devenir amazónicos. Pero también es cierto que  debemos ser muy rigurosos y decididos en nuestra inclusión en la agenda nacional. Tenemos trabajo pendiente en esta integración.  A lo mejor todas las respuestas a las grandes interrogantes de nuestro mundo están en la sabiduría de estas discretas y milenarias culturas, escondidas tras el fragor del combate diario entre paisaje y humanidad.

“¿Qué mar es este dentro de este verde mar que rodea mis espaldas?” pregunta Doris Moromisato en el poema Amazonas. No solo es exuberancia e inmensidad, como se ve, sino también belleza, palabra verde e intensa  de cara al sol.

Un río de luz y de magia.