Expertos en números, en cifras, en altas matemáticas,  se rompen la cabeza y los forros tratando de adivinar lo que gastara en ácidos, picantes y sabrosos cebiches la actual gestión  de Euler Hernández.  Si en 3 meses gastó más de  5 mil soles contantes y sonantes y en tiempo de creciente, es muy difícil saber  o pronosticar lo que gastara en el mismo rubro en cuatro años. Más  teniendo en cuenta que los comensales pueden incrementarse con el paso de los días, las semanas, los meses, propiciando que la comuna abra nuevos frentes de consumo. O sea que haga contratos con más cebicherías que pululan en el distrito de Punchana.   Así las cosas el gasto se volverá millonario y el presupuesto correrá el riesgo de estallar en mil pedazos.

Como se conoce ahora el ácido,  picante y sabroso  cebiche es el plato preferido por la gestión del indicado alcalde. Este tiene una decidida inclinación por el pescado cocinado en limón, gusta de saborear las cebollas picadas y disfruta de la variedad de ajíes que pueden meterse en los seductores platos. Es por ello que en los primeros 3 meses de su gestión ha gastado una buena cantidad de dinero invitando a afortunados que no son  los damnificados de la inundación, gente que no la pasa bien debido a deficiencias justamente a la hora de comer.  Es sabido que para esos desventurados el alcalde no tiene ni una mínima porción de cebiche, sino el barato e insípido aguadito. Precisamente, ese preparado puede ser la solución para el alcalde de Punchana.

Antes que aparezcan más cebicherías dispuestas a hacer contratos consistoriales, antes de que los cevicheros incrementen sus precios, antes que surjan los especuladores con los picantes platos, don Euler Hernández debe suprimir el cebiche festejador de su agenda culinaria. Si tanto quiere comer con sus invitados, debe poner en circulación el  oportuno y salvador aguadito.