El país inseguro

De antemano parece fábula o exageración que este país tan antiguo, tan vasto y diverso, tan rico en varias heredades y con una múltiple comida para frecuentar la glotonería, sea el más inseguro en el continente. Es un contrasentido que en el brillo de tantos paisajes, desde las arenas cercanas al mar, pasando por los coloridos cerros andinos y arribando a los bosques de agua, la violencia tenga varios rastros y rostros.  ¿Cómo entender a un país de notables aciertos, de próceres intachables que no ha logrado estar a la altura de su propio tamaño, de su impresionante variedad racial, del clamor de tantas sangres excluidas, de las demandas de sus mayorías que no escatiman andar en conflictos?

La sombría y centralista Lima, además de ser la más contaminada de América, ocupa el segundo lugar en el rubro del asalto, el accidente, la violencia hogareña y callejera, después de ciudad de México. En su avance hacia el abismo la capital peruana ha dejado atrás a Bogotá, y no se requiere de sesudos estudios, de cifras. Basta con ver la televisión o leer los diarios. Es bastante curioso el progreso entre nosotros. Trujillo, por ejemplo, una de las urbes costeñas que más se desarrolla es terriblemente violenta. Como nunca antes y puede hasta exportar bandas expertas en pedir cupos a profesionales de Lima.

Nosotros, los de los vastos verdores, no podemos estar mejor. Pertenecemos a ese país nervioso e inseguro aunque seamos su patio trasero, su saqueable sementera. Como nunca antes el delito, profesión que nunca se estanca, que progresa con nuevas ideas y otras modalidades de hurto y hasta crimen, se ha apoderado de las ciudades, de las mismas aldeas rurales. Es peligroso salir a cualquier hora del día o de la noche. Porque te pueden asaltar en plena luz del día, levantar tu casa o atropellarte con absoluta impunidad.

 

Artículo anteriorDe los agustinos
Artículo siguienteJhodernet
Pro y Contra es un diario peruano de circulación nacional y regional que se edita en la ciudad de Iquitos y tiene edición regional en Yurimaguas.