[Por beber preparado vegetal]:

 

El destierro es un sello de identidad de los indígenas amazónicos. Los desplazamientos, los arrasamientos, las fosas comunes, son apenas evidencias de una barbarie. El huitoto Juan Aymena acabó sus días desterrado en Londres. Otros indígenas perdieron sus querencias, sus lugares y ya no regresaron gracias a los abusos, las injusticias. En el presente, los excesos contra los nativos siguen de largo, pese a tantas voces en contra. Otro huitoto acaba de ser víctima de un abuso. Fue expulsado de la institución donde estudiaba. No por un delito o una falta artera, sino debido a un equívoco monumental donde no es difícil encontrar algo o bastante de rancio racismo, de marginación debido al apellido o al color de la piel.

El señor Dacson Andrade Tehio es un morador peruano, según reza su DNI No. 72323848. Tiene 21 años, cursaba el segundo año para policía y ese documento no le sirve a la hora de la verdad, a la hora de demostrar que pertenece a otra cultura. Para demostrar eso, para demostrar su verdadera procedencia, requiere de otro documento, un documento expedido por la Federación de Comunidades Nativas Fronterizas del Putumayo (Feconafropu). En el texto de dicho documento se puede leer que Dacson Andrade es indígena huitoto perteneciente a los Murui Muinane. Dichos datos son de la mayor importancia ahora que ha sido expulsado de la Escuela Superior de la Policía Nacional del Perú. Es decir, tiene que demostrar que no pertenece al país oficial, que pertenece a un linaje oriundo.

El morador peruano e indígena mencionado nació en un lugar remoto, en una de esas aldeas lejanas, olvidadas y marginadas, en el sitio conocido como Remanso. El mismo se ubica en El Estrecho en la frontera con Colombia. Allí están su origen y sus señas genuinas de identidad. Al nacer bebió de la cultura ancestral, de ese mundo otro que no puede ser medido con las categorías occidentales. Ello parece tan sencillo pero no es así. En las aldeas las cosas no son como en otras partes. Hay leyes propias, costumbres invariables, visiones particulares que explican el mundo y la vida. De ese bagaje procede Dacson Andrade y todos los que nacieron en esos sitios remotos.

Pero para sus superiores ello no tiene ninguna importancia, ninguna validez, porque insisten en decir que el 10 de noviembre del 2013 Dacson Andrade, junto a otro huitoto cuyo caso ya hemos publicado, bebió licor hasta emborracharse. Y así, en esas condiciones lamentables, hacia las 7 de la noche acudió a la Escuela Superior, cometiendo evidente delito contra las normas establecidas. Dichos superiores no conciben que el aguardiente pueda ser algo medicinal y que ingerir una pócima o un preparado nada tiene que ver con los disturbios de Baco, sino con la sanación de cualquier mal.

El expulsado, con el asesoramiento de su abogado Gabriel García Villacrez, insiste en decir que para esa fecha estaba algo enfermo del estómago y que como era natural en él decidió curarse con vegetales, para lo cual bebió un preparado a base de chuchuhasha. El azar quiso que en ese momento sus superiores le hicieran el dosaje etílico correspondiente, encontrando como es natural alcohol en su sangre en pequeña proporción. Dacson Andrade no puede admitir un delito que no ha cometido y viene defendiendo su causa en todas las instancias posibles. Como nosotros optamos por las víctimas y no por los verdugos, podemos poner las manos en el fuego por el expulsado.

Y decimos que los superiores de Dacson Andrade están equivocados, actúan conforme a sus pasiones o sus instintos y no se adecuan a la legislación vigente. No han leído la Constitución Política del Perú que en lo referente a Comunidades Nativas, reconoce la cultura de estas. Además el artículo 15 del Código Civil concede beneficios a los oriundos debido a lo culturalmente condicionado. Lo que parece un simple hecho entonces tiene conexiones de gran importancia en un país todavía racista, todavía excluyente.

El morador que confía más en un documento expedido por una federación nativa que en su DNI, considera que al final se impondrá la razón. Confía en que la verdad de su causa se abrirá paso en esas tinieblas manejadas por los otros que creen que todavía viven en el país del pasado, donde la piel de un indio no tenía ningún valor. En el gobierno de la inclusión Dacson Andrade cree que será reintegrado a la Escuela Superior para terminar su carrera de policía. No puede admitir que se quedará fuera de una profesión que ha elegido y donde justamente no se pude beber licor como si tal cosa.