[La “Venecia de América” será reubicada].

(Tomado de: La revista Velaverde)

 Unas 2,600 familias de Belén, el barrio más pobre de Iquitos, dejarán atrás sus canales. Canoas, palafitos para instalarse en un pueblo nuevo con pistas, veredas y parques. En sus predios se construirán un malecón, una reserva ecológica y una zona de desarrollo comercial. El pro- poor tourism se acabó.

No se sabe a ciencia cierta cuándo empezaron a nuclearse las familias en pequeño brazo del río Itaya, afluente del Amazonas, para dar origen al barrio de Belén, donde se levantaron precarios habitáculos de madera y palma sobre palafitos que los resguardaban de las subidas de las aguas.

Se cree, sin embargo, que fue alrededor de 1866 que ya Belén quedó instalado en el sureste de Iquitos y empezó a expandirse por el cerro que era conocido entonces como Loma de Vizcarra y posteriormente como Loma Pijuayo, por la abundancia de esta palmera característica de la zona.

Casi un siglo y medio después, Belén es un conglomerado de cientos de casas precarias, casi siempre de una sola pieza, apiñadas a los lados de canales de agua turbia que son transitados en canoa en épocas de crecida. No tienen servicios de agua potable ni desagüe, por lo que las aguas servidas van a parar directamente al río.

El 20 de diciembre del 2012 un incendio de proporciones dejó a unas 200 familias damnificadas, a consecuencia de la explosión de un balón de gas. El siniestro avanzó incontenible por el material precario del que están construidas las casas y por lo tugurizado de las calles que le dan acceso.

Belén es conocida como la ‘Venecia loretana’ o la ‘Venecia de América’, la ciudad del noreste de Italia que carece de tránsito rodado y cuyos canales son recorridos solo por góndolas. Más allá del romanticismo extrapolado, empero, este poblado es uno de los más pobres del mundo y sus habitantes no tienen condiciones mínimas de vida.

Incluso, ciudadanos de todo el mundo visitan Belén cada año para conocer cómo vive esa gente, cómo cocina en hogueras sobre el agua, como vierte sus bacinicas al río, en un peligroso circuito al que se ha bautizado como “turismo de la pobreza” o pro- por tourism, Nada de que enorgullecerse, en todo caso.

TRASLADO

En medio de este panorama sombrío, el Ministerio de Vivienda ha puesto en marcha un plan para trasladar a 2,600 familias de la zona baja de Belén y reubicarlas en un pueblo nuevo, donde se construirán viviendas en lotes de 75 metros cuadrados con conexiones domiciliarias de agua potable, desagüe y electricidad.

Dentro de cada lote adjudicado gratuitamente se construirá un módulo de vivienda de material noble en un área techada de 40 metros cuadrados, aproximadamente.

El proyecto de ciudad nueva cuenta con veredas, pistas, losas deportivas, parques, jardines, colegios, centros de salud, un moderno mercado y una comisaría.

Los beneficiados serán la totalidad de los pobladores de los asentamientos humanos de Zona Baja de Belén. Sachachorro, 6 de Octubre, Orellana y Puerto Salaverry, junto a los centros poblados de Pueblo Libre, 30 de Agosto, Nuevo Liberal y el pueblo Belén III Etapa.

Con este fin, se ha identificado y empadronado en las cuatro etapas que conforman la Zona Baja de Belén a las 2,600 familias que habitarán en la nueva ciudad, dentro de las que se incluye a los 86 grupos que resultaron damnificados durante el siniestro voraz de hace dos años.

PROYECTO

El Gobierno ha planteado ante el Congreso de la República el proyecto de ley N.° 3943, que propone declarar en emergencia y de necesidad pública la reubicación de la población de Belén por ser una zona inhabitable y de peligro inminente para la salud pública, a consecuencia de las constantes inundaciones.

El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Milton vos Hesse, se presentó el 20 de noviembre último ante el Congreso para sustentar el traslado de este poblado. “Esta será la segunda ciudad nueva planificada con intervención del Estado, después de la Nueva Ciudad de Olmos”, dijo.

En el lugar que dejarán los habitantes de Belén se construirán un malecón peatonal hacia la ribera del río Itaya, un parque ecológico y una zona de desarrollo turístico-comercial en la zona ribereña libre.

El monto estimado de las inversiones para el traslado de las 2,600 familias de Belén será de S/. 174.3 millones. Si esto se concreta, la habilitación urbana y la construcción de viviendas en la ciudad nueva se dará entre enero del 2015 y marzo del 2016. La reubicación de los belenitas en su nuevo hogar terminaría en agosto de ese año.

Un sueño hecho realidad para miles de familias que por años ocuparon una zona considerada intransitable por su peligrosidad. Concretarlo está en manos del Congreso de la República.