En el mundo de la energía fue una verdadera revolución el hallazgo o descubrimiento de los vegetales eléctricos, las plantas capaces de generar fuerzas telúricas en forma de kilovatios. Dichas plantas superiores se encontraban en remotos parajes de la selva del Perú, donde fueron encontrados por expertos estudiosos de una universidad nacional. Desde allí fueron llevados a Lima para los experimentos respectivos. Los experimentos dieron resultado en poco tiempo y en el Perú se impusieron las plantas eléctricas. Era común y corriente entonces que en las casas crecieran varios vegetales conectados a televisores, computadoras, radios, refrigeradoras, cafeteras y focos ahorradores. Era el tiempo de la revolución más espectacular en el mundo de la energía y pronto el Perú fue conocido como el País Planta.

En el Iquitos de tantas sombras, de apagones sin tregua, de facturas adulteradas,  la antigua empresa Electro-Oriente tuvo que hacer una veloz reingeniería para deshacerse de sus equipos obsoletos y para convertirse en la agencia que vendía  las plantas eléctricas. Estas eran sembradas en viveros simples y desde tiernos producían una corriente eléctrica de primera calidad como si en su interior tuvieran anguilas hirviendo. Luego esos ejemplares eran vendidos a precios módicos. La empresa se encargaba de realizar las conexiones eléctricas. Al final del trabajo ponían unos pequeños medidores para la cobranza mensual del servicio. Los apagones dejaron de perturbar la ocupaba vida de los iquiteneses, extraña raza que había sufrido tanto con ese servicio deficiente.

La situación de la empresa eléctrica se volvió complicada cuando aparecieron agricultores que ofrecían a precios rebajados las plantas eléctricas. Era una nueva variedad que producía una corriente eléctrica de superior calidad y no requería de medidores. Fue entonces el fin de Electro-Oriente que nada pudo hacer ante la competencia. Hoy la ciudad de Iquitos luce siempre iluminada debido a que las plantas eléctricas están sembradas en todas las calles. Los apagones son cosa del pasado.