El meretricio infantil

El que inicia la lectura de “El satiricon”, obra del infortunado Petronio,  perdería la cordura ante el desmadre prostibulario en la eterna Roma. La depravación no solo tenía que ver con  los excesos patológicos de los emperadores, los célebres desbordes culinarios. Se trataba también del despelote carnal.   En pleno día, ante testigos improvisados, sin censura de nadie ni de nada, ciertos hombres y mujeres se daban al triste goce del placer alquilado. No faltaba nada en el manual del meretricio. El caso de la niña y su estreno sexual casi público,  entre brindis y farras y otros desmanes, demuestra que también existía la prostitución infantil.

Pero la depravación estalló  en Roma después de sus mayores hazañas. La diversión en todo sentido, el hecho de querer pasarla siempre bien, la ansiedad del vacilón a cada rato, indicaban a una sociedad petrificada, que no aspiraba a nada, que no tenía ideales. Nadie sabía qué hacer con su vida y llenaba sus vacíos disimulando que disfrutaba del momento. Inventaba la dicha para creerse superior a su vecino. Desde luego, Iquitos no es Roma. No ha conquistado nada, no le ha ganado a nadie. Pero quiere imitar las peores costumbres romanas. No lo mejor que produjo en algún momento esa sociedad admirable.

La prostitución infantil es uno de los  rubros algo romanizados  de esta urbe de acuerdo a cifras, a datos fidedignos.  Todavía no se llega al descaro del pasado de Alba Longa. En el presente, casi en cualquier parte del mundo, esa variación del meretricio, es un delito. Penado y sancionado. En lo referente a nosotros, con toda franqueza, no queremos que esta ciudad se desborde por la depravación como en la novela “El Satiricón”.  Por eso venimos insistiendo en el feo asunto que involucra a un conocido abogado, pero también a una criatura que se prostituía para parar la olla. Contribuir a desterrar la prostitución infantil es nuestra más cara ambición. Y seguiremos hasta donde sea posible.

5 COMENTARIOS

  1. Hola que tal. Estoy contento de haber encontrado esta pagina web. La encontre pot error pero me alegro de haberlo hecho.

  2. Ante estos hechos, tampoco no pueden culpar a las autoridades en Iquitos, quienes tienen la responsabilidad de velar por la paz, la tranquilidad de las personas, están en primer orden la PNP, luego sigue la Fiscalía y los jueces, que se supone deben administrar la justicia pegados a las leyes vigentes, sin mirar quien sea el que la comete, como sucede en otros paises, así de claro, las demás autoridades, pues tienen la obligación de apoyar a estos entes mencionados, pero no es respoonsabilidad directa, no les parece?.

  3. Lo cronico del meretricio es como la cronicidad de la perversion y los vicios del hombre. Lo terrible , preocupante, lacerante es cuando se explota menores de edad. Su capacidad de discernir , su dependencia no les permite como a los adultos ser responsable de sus acciones. Por esa razon que es punible tal explotacion en menores , promoverla, fomentarla. Tal caso con el hombre que sabe los efectos punibles camina a sabiendas como muchos a diario en la cuerda floja empujados por alguna tendencia perversa. No es el caso de hoy, ni los de otros sonados casos de ayer archivados hasta en la memoria sin retorno, tampoco sera los ultimos manana. La justicia vuelve a estar con el tema que debe arder en las manos. Felizmente es ciega y no discierne titulos o grados, ajena a los compadrazgos o vinculos amicales. Aquella justicia verdadera es la que siempre se espera desde ayer, hoy y manana. Cuantos pedofilos,morbosos patologicos, siguen libres deambulando. este tema es tan delicado que si no miramos integralmente tomando acciones y decisiones en todo orden sera muy tarde.
    No es lo que la gente pida sino lo que la recta justicia decida la que pondra la cuota sensata, justa y recta que determine comenzar a treminar con el dano a los menores de edad. Los adultos asumiran su responsabilidad por sus hechos.

  4. Primero erradicar el machismo loretano, desde las mismas mujeres, tan crueles con su propio género y tan condescendientes con los varones. Nuestras sociedad es así, toca a cada uno cambiar de actitud. Defectos o errores de las mujeres son santanizados desde los medios, no se dirigen a la eficiencia del trabajo de una mujer sino a destacar lo malo de su vida privada a diferencia de cualquier hombre autoridad que tiene hijos en otras mujeres, amantes chiquillas menores, sin ser precisamente menores de edad, hijos no reconocidos que por tratarse de varones lo pasamos por alto. El golpe mayor, la sanción mayor la lleva la mujer

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