[La noche del sábado falleció el ingeniero y periodista, Víctor Manuel Velásquez Cárdenas].

Escribe: Katty Riveros Montalván

Katty_riveros7@hotmail.com

Murió el maestro del periodismo loretano y ese título bien ganado por su trayectoria impecable le ha hecho merecedor a otras denominaciones y reconocimientos. “El amauta del periodismo”, “La biblia del deporte”, “La catedral del deporte”, y ahora último el de “Caballero del Amazonas”. Por eso decimos que se fue materialmente pero su paso por los medios de comunicación con programas, principalmente en radio, y aquellas columnas en los diarios más reconocidos de la ciudad nos dicen que él está vivo y que permanecerá así en la mente y corazón de todos los que tuvimos la suerte de ser sus oyentes o de haberte nido el honor  de trabajar con él.

Pero, Víctor Manuel Velásquez Cárdenas, no solo dio cátedra sobre diferentes disciplinas deportivas con sus acertados y esperados comentarios y artículos, también en las aulas de los colegios donde enseñó varios cursos, como el de Cívica, Matemática y Química por ejemplo en el MORB y en el San Agustín. Sus alumnos -no ex- hoy lloran su partida y manifiestan su orgullo por el buen profesor que los acompaño sus años de secundaria.

“El gallo”, como popularmente se le conocía, porque así saludaba a sus amigos, era una enciclopedia de varios tomos. Sus historias sobre deporte y otras materias siempre eran verdaderas lecciones. Que Dios tenga en su gloria a “Mr. Dean”. Que los ángeles en el cielo tropel, raudo y molinete, toquen las trompetas de bienvenida y que en el cielo se enteren que haciendo deporte también se hace patria.

Desde que su hijo Ricardo compartiera en su cuenta de Facebook la lamentable noticia del fallecimiento del conductor de “Opinión Deportiva” y de recordado “Síntesis Deportiva Dominical”, las muestras de cariño y palabras hacia el maestro son inagotables.

Ricardo Velásquez Freitas

“Gracias papá, por ser una gran persona, un amigo, buen esposo, buen profesional y un gran padre. Te extrañaremos”.

Moisés Panduro Coral

Ha partido don Víctor Manuel Velásquez Cárdenas; en el mundo del deporte, era nuestra biblioteca andante, nuestro emblema periodístico. Fue ingeniero químico, colegiado, pero llegó mucho más allá de su título profesional, porque será recordado como un gran maestro de innumerables generaciones.

Ha partido míster Dean. Una de las últimas veces que tuve el honor de saludarlo fue cuando asistió como invitado especial a una conferencia que dicté en el colegio Fernando Lores, su ex colegio, aquella vez me mostró el aula donde estudió, recorrimos su patio, recordó su infancia, nos fotografiamos. La otra vez fue en radio La Voz de la Selva, yo salía de una entrevista y él entraba en cabina para conducir el programa deportivo junto con mi amigo Pepe Villacorta.

José Villacorta

Hoy es el día más triste para quien escribe estas líneas.

Siendo aproximadamente las 9:30 de la noche de hoy sábado 19 de diciembre del 2015, se extinguió su vida de un grande del periodismo deportivo Loretano, Ing. Víctor Manuel Velásquez Cárdenas, nos dejó en los precisos momentos que comenzaba a arreciar la lluvia, nos tomó la delantera, partió a la diestra del todo poderoso, a reunirse con esos grandes periodistas deportivos como Edman Vertiz Alarcon, Carlos Aquiles García Ruiz, Rony Edward Abecasís Morí, Walter Hinostroza Gonzales, se une a ese hermoso grupo el Amauta del periodismo Víctor Manuel Velásquez Cárdenas, para realizar esas transmisiones deportivas eternamente.

Seguramente ya le dieron la cordial bienvenida, dejando un vacío enorme en la familia y en el periodismo deportivo.

Un hasta pronto Víctor Manuel Velásquez Cárdenas, que en algún momento nos volveremos a encontrar, descansa en paz.

Te extrañaremos los que formamos hasta hoy Opinión Deportiva en LVS Digital 93.9 FM.

Warren Gonzales Martínez

Se fue Víctor Manuel Velásquez Cárdenas, el Gran Amauta loretano, aquel que formó a muchas generaciones en Loreto y que hoy exhiben con orgullo una estela de profesionales de bien. Se fue aquel que, sin título pedagógico -mas tan solo el de su profesión de ingeniero-, era el campeón de la didáctica y la mayéutica. Cómo no recordar sus sabias enseñanzas de química, física y matemáticas, aunque no fueran de su responsabilidad docente, sino de su afán de querer vernos -como sus discípulos- grandes hombres en sociedad. Cada clase en salón era una cátedra de la asignatura que dictaba, empero era derroche de un amplio conocimiento que a diario acrecentaba su cultura. Era una biblioteca andante. Decía, recuerdo, que para que el hombre sea culto requería que todos los días 100 nuevas palabras debían de ser asimiladas en su vocabulario, sin embargo, acotaba, para que se convierta en sabio debía de incorporar día a día 200 conceptos a su saber. Cuando ingresaba al salón lo hacía con un papel, su lapicero y una tiza, pero con un gran afán de que la clase fuera satisfactoria para todos. Tenía una técnica de motivación de tal modo que todos sus alumnos, por lo menos creo que fue así, atendíamos y comprendíamos lo que nos enseñaba. Al concluir la clase, lo hacía no con temas relacionados a la asignatura, sino aquellos que concitaban atención y gusto, pero siempre relacionados con ciencia y cultura. Al salir del salón, con su caminar pausado y sereno, como queriendo que el tiempo se detenga a fin de dar más tiempo y enseñanzas a sus alumnos, le rodeábamos y caminábamos por el tercer piso del San Agustín con preguntas pendientes e inquietudes de adolescentes. La clase continuaba afuera en ese interín … Me detengo porque no aguanto esta nostalgia hecha evocación a mi condición de mozo pupilo que tuvo como maestro a aquel que solo quería arrancarle a la vida inspiración para transmitir conocimiento a sus discípulos. Espero que otros herederos de sus sabias enseñanzas den testimonio de aquello que nos tocó vivir como privilegiados adolescentes. Hasta pronto Maestro. Gloria eterna a Víctor Manuel Velásquez Cárdenas…!