El  más  numeroso  colectivo social de la historia de los peruchos, nombre poético que designa a ese inclasificable linaje que ahora ya no tiene nada ni de inga ni de mandinga,  amenaza con ejecutar este primero de enero del 2999 la marcha del anticucho y el  mondongo.  Todo ello como  vociferante protesta contra el régimen presidido por Reymond Manco, el afortunado ex pelotero que ganó la alta magistratura al proponer la baja del precio  de la  cerveza y el pisco, que ha amenazado con sacar los tanques y la artillería pesada contra los manifestantes enconados liderados por un conocido dueño de varios restaurantes que vienen haciendo una fortuna con la sabrosa carne de gato.

El colectivo en referencia no quiere aumento de sueldos o salarios, la cobranza de aguinaldos retrasados, el pago de devengados de hace un siglo. Anhela una reforma en la ley del feriado largo. La propuesta parece descabellada, porque quiere que el nuevo fin de semana comience  el martes y termine el domingo, si es que no hay feriados en el calendario. El único día de trabajo entonces sería el lunes si lo permite la resaca, si no llueve y si no hay alguna reunión para celebrar alguna fecha en beneficio de cualquier cosa. Todo ese quilombo viene sucediendo debido a que cualquier día, hasta el del miércoles,  no tiene las famosas 24 horas.

En  realidad, el día tiene 23 horas, 56 minutos y 4.1 segundos. Nada  más. Ello de acuerdo al tiempo que demora la rotación de la condenada tierra alrededor de su eje. Entonces, desde que el mundo es mundo, la patronal ha robado una enorme cantidad de tiempo a los que trabajan, los que se sacan la mugre. Como es imposible cobrar lo rapiñado, los peruleros quieren a partir de la fecha trabajar solo un día a la semana.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. Asi escribe el escribidor perulero, emulando a Evo Morales. Pero nuestro «bate» (con b) no dice o escribe «evadas», el nuestro, nuestro charapa obnubilado escribe «hue…adas»

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