Percy Vílchez Vela

El ciudadano Jorge Monasí, conocido criador de pollitos, reputado regalador de esa  especie a posibles votantes durante las campañas electorales, interpuso esta semana una demanda al señor Francisco Sanjurjo. El motivo de la querella era intento de plagio, alarde de copia, de parte del alcalde de Maynas. Los hechos del delito, según el denunciante,  se remontan al sórdido momento en que el denunciado no respetó el sentido de originalidad, ni se fijó en la creatividad ajena. Y, como si tal cosa, se dio a regalar pollitos a diferentes personas de la región. El denunciante luego hizo una histórica descripción de los momentos en que regaló otros pollitos a los electores de todo pelaje. Su objetivo entonces era  fomentar la criandería, incentivar la avicultura y generar una población capaz de tener en su propia casa un sustento de pollos que luego serían vendidos a las pollerías de la ciudad. 

El señor Monasí, con lujo de detalles,  narró los instantes en que los beneficiados obtenían ganancias gracias a la buena crianza  de esos pollitos que él regalaba a diestra y siniestra. No había entonces en el horizonte otra persona capaz de hacerle competencia y él se sentía el precursor de una ciudad avícola, dedicada a la crianza  de los pollitos saludables que regalaba a manos llenas. Es claro que él hacia esas donaciones en cada visita a determinado lugar con el afán siempre claro y preciso de ganar votos. Pero por más que regaló ingentes cantidades de pollitos no pudo conquistar la preferencia de los electores. Pero no fue inconveniente porque él seguía pensando que el futuro diferente estaba en dirección y ruta de los pollitos regalados. 

El señor Monasí  exigía a los jueces y fiscales que veían su caso que en el término de la distancia el alcalde de Maynas deje de regalar esos pollitos a futuros electores que en determinado momento podrían votar por él. No era el instante entonces de la feroz competencia porque el mismo en persona tenía pensado cambiar su método y fomentar la construcción de galpones en las casas para la crianza de los pollitos que iba a seguir regalando en una próxima campaña electoral.