EL HOMBRE AMAZÓNICO (4)
El hombre amazónico en su incesante itinerario por toda la maraña latinoamericana, decidió impregnarse en las orillas de la selva peruana sin saber que con el tiempo iba a ser desterrado de esas tierras por la invasión de la empresa evangelizadora de occidente impulsado por la corona española. La llegada de la empresa evangelizadora hizo que el hombre amazónico demostrase su capacidad para preservar la tierra que lo había acogido y de la cual era dueño. Una tierra que le había ayudado a desarrollar los conocimientos para el control saludable de la naturaleza. El hombre amazónico entonces no podía desorientar su linaje hacia un futuro incierto por lo que tenía que luchar para no ser desterrado de aquella tierra de la cual había desnudado toda una ciencia de una nueva verdad: el conocimiento shamánico.
La invasión no solo trajo consigo la imposición de una falsa y retorcida civilización para aquellos hombres huidizos de la maraña amazónica que no tenían alma y que tenían que ser convertidos a la religión católica para tener salvación eterna en los tiempos posteriores. A pesar que no fue fácil para los Jesuitas llegar a dar con las tantas comunidades o grupos de oriundos amazónicos, en cada comuna donde podían entrar negociaban sus intenciones evangelizadoras y de esta manera lograban fundar comunidades cristianas, quitándoles a esas comunas todo acto ritualístico que no tuviera nada que ver con el Dios hebreo, y de la misma manera destruir toda la cosmovisión y herencia cultural que enriquecía al grupo humano.
Ante este rechazo no solo decidieron salir de las nuevas comunas fundada por los religiosos, sino que se autoexiliaron de sus naciones para preservar lo poco que les quedaban como cultura. La llegada de las empresas religiosas no solo hizo ahuyentar a las comunas que se desarrollaban desde el otro lateral del pensamiento humano como seres dentro una cultura de descubrimientos y dominio ajenos a otros aprendizajes. Una cultura que al ser interrumpida por la llegada de la iglesia católica lo que hizo es detener el progreso del pensamientos del hombre amazónico que estaba empezando a desarrollar desde el pensamiento shamánico, la única religión del hombre amazónico que le servía para acceder a otras dimensiones del pensamiento oculto en el cosmos del universo y que mediante esa religión se podía llegar a dar con esos pensamientos que hasta ahora el pensamiento moderno no logra dar.
La resistencia para no ser sacados de sus naciones fue duro de batalla para los amazónicos durante mucho tiempo en todas las naciones que sufrieron la invasión de los evangelizadores. Una resistencia para no ser conquistados en la tarea de salvar sus almas en la mejor de las bondades, sino que los evangelizadores no solo no eran de fiar, sino que sometían al hombre amazónico a sus antojos caprichosos, esclavizándole para todas las faenas diarias. Entonces no inundaba la bondad de salvar almas por ser ángeles de la santidad, sino que eran frío bribones que cobraban por cada alma que convertían al cristianismo, y que por eso y otros hechos escandalosos iban a ser expulsado de todas las tierra a cargo de la corona española.
Entonces la resistencia fue un hecho clave para entender al hombre amazónico en su andar por el tiempo. Se resistió siempre no al cambio, sino a la imposición de una cultura menospreciando a sus creencias, sin saber que por medio de esos pensamientos llenos de ritual y creencias oriundas desde el cosmos que había logrado tener dominio del conocimiento de la naturaleza. Un hecho que caracteriza hasta el día de hoy al hombre de la Amazonía.
