No hay canal alguno, ni programa popular que se haya salvado en el Perú de tener entre sus principales referentes o sus invitados más asiduos un gay. Este recurso fácil al que acuden los productores o directores de gran cantidad de programas de señal abierta ha generado las burlas de ellos mismos y se cree – porque no hay un estudio serio o seguimiento sistemático de esto – que ellos generan audiencia o rating. Lo que sí creo es que hay una percepción general de que ellos dan sintonía por el sólo hecho de ser huachafos y de estereotipar aún más su “opción sexual” o de encasillar y poner en tela de juicio el género de todo aquel que ose criticarlos. Son como inmunes e impunes a los ataques.
La secuencia, tal vez la más vista del “Especial del Humor” es la imitación que hacen Jorge Benavides y Carlos Alvarez de Paolo Guerrero y de Kenyi Fujimori. Su “tampoco, tampoco” o su “api” son epítetos populares de masas y uno los puede escuchar en cualquier parte del país. Ni hablar de otros programas que no se quedan atrás. Por ejemplo, (a raíz que sale o no sale este programa) un referente nacional para público de medio día es nada menos “La Carlota” que hace Carlos Vilchez por América TV, ¿alguien puede desvincular al personaje del autor del mismo?
A esa misma hora salen en el programa del mediodía los gemelos loretanos en el programa Amor, Amor, Amor que también han popularizado el “paletazo” acompañados de un “Peluchín” que no hace sino burlarse de ellos, sea por amistad o por lo que fuese, pero lo que ahí se ve es una caricatura de la homosexualidad y no necesariamente “personajes” como saben argumentar cuando alguien que no comulga con su extravagancia, los critica.
Ni hablar de la noche donde estaba (seguro que regresará) Carlos Cacho que el único mérito que ha tenido es también ser estrafalario. Como si esto de la exageración y el sobre amaneramiento estaría relacionado estrictamente a una conducta natural y única para poder tener la simpatía del televidente. A eso es lo que se llama recurso fácil. Precisamente hace una semana el columnista Augusto Álvarez Rodrich de La República hablaba y hacía mea culpa del porque el recurso televisivo y radial no ha sabido llevar temas de interés nacional y necesarios de manera comercial y atractivos, hablaba de la incapacidad de creatividad y refería un poco a este “cliché” al que suelen los productores o directores o conductores mismos cuando se les critica sobre este punto aduciendo que “eso no vende”, sin darse cuenta que para que eso no suceda o cambie esa percepción, ellos mismos no han hecho nada pues sus programas suelen ser copias o remedos trastocados de programas argentinos, mexicanos o colombianos.
Álvarez Rodrich hablaba porque tiene un programa de presentación de noticias y entrevistas en ATV, el espacio que le continúa tiene un fuerte componente homosexual que también estereotipa a este género pues aparece un co-conductor “metiche” que hace del chisme y del barro mediático un recurso que el resto de conductores aplauden notándose gran coordinación, para esto sí.
Hay personajes que sin embargo no generan mucho escándalo pero no hubieran podido existir si no hubieran salido vestidos de mujer, está la “chola chabuca” que hace Ernesto Pimentel y otros que también han llegado a expresar estas conductas con cierto orgullo como Beto Ortiz o Jaime Bayly y bueno están los que no han salido del “closet” porque así lo han querido y que se respeta obviamente.
Ser gay no es malo, no creo que sea una venganza de Dios ni nada que se le parezca, ni siquiera creo que un comportamiento afeminado o características sensibles en la conducta y el comportamiento determinen ser catalogado de esta manera. Tampoco creo que sea una “opción sexual” del todo (como si alguien dijera hoy me compro este pantalón y este año quiero ser gay), sino que debe haber ciertos componentes genéticos – más allá del crecimiento en un medio ambiente social favorable para la aparición y consolidación de estas características – que existen para que una persona se llame o se reconozca como tal. Es absurdo y cavernario estar en contra de ellos (as), como absurdo es, pero comprensible de un punto de vista, la opinión del periodista Phillip Buters de golpear a homosexuales si se besan varias veces delante de su hija.
Lo que pasa es que un género que además siempre ha estado presente en la historia universal no puede quedar subordinado, a recursos tan huachafos y fáciles en los medios de comunicación masivos en el Perú. Muchos de ellos, incluso sin caer en la exageración propia podrían utilizar cierta habilidad que manejan para poder ser más convocantes y no sólo entretenidos sino aleccionadores y hasta trascendentes), Y no vengan que el único afán que tienen es divertir y ganar dinero. El problema creo que es no hay una escuela para homosexuales que salen en la televisión y radio, porque de haberlo me imagino que legiones podrían matricularse.
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Llega este comentario cuando pensaba alzar mi voz de protesta.
Ya jode tanta mariconada en la tele, los gemelos se sientan y hablan como mujer.
Carlos Cacho es atorrante y vulgar.
Los chicos veen esto y les parece normal.
Se respetaría a los rosquetes, si estos respetarían a los demás, porque actuando como maricones nos hacen notar que eso es natural y no es así.
Tengo un amigo Gay que es decente y se porta como una persona normal, sin exageraciones.
A estos chivos habrá que palearlos
Un ex-cabro
efectivamente señor comentarista, es degradante ver a estos seres humanos siendo utilizados en esta forma, no solo estrafalario sino con poca inteligencia. Pero es es culpa de los propio homosexuales que exageran en su comportamiento, como si para ser femenina hay que recurrir al escandalo. Esto hara que sea mas dificil su vida civl o legal porque ellos mismos han permitido que solo las utilizen y se burlen.
Interesante comentario, quien mejor que un gay para darlo. Por otro lado (no por atrás) hay que tener cuidado cuando decimos gay, pues a lo mejor se trata de un simple maricón, como en el chiste. Saludos a los amigos de Pro y Contra.
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