CURÁNDOSE EN SALUD

Javier Vásquez

El flujo vaginal está asociado a la vulvovaginitis que afecta la vulva (cuya etimología viene del latín volva, que significa envoltura) y la vagina (viene del latín vaina, que es la envoltura que cubre el filo de la espada). Generalmente está causado por tres tipos de gérmenes, a saber: la cándida u hongo, la trichomona, un parásito flagelado y la gardnerella, que produce la vaginosis.

Las características del flujo nos orienta a intuir que tipo de germen puede provocarlo: Las cándidas producen un flujo blanquecino, como leche cortada, bastante pruriginoso y que irrita los genitales. Las trichomonas generalmente producen un flujo amarillo verdoso, también pruriginoso y deja lesiones en el cuello uterino y vagina un punteado rojo, como fresa, que le es característico. Este germen vive en las vías urinarias del varón, sin causar ninguna molestia en él y es el único caso en que hay que dar tratamiento a la pareja. La gardnerella es asintomática, sólo se identifica por presentar un flujo grisáceo, espeso, que no da molestias y muchas veces presenta un olor a pescado.

Por estar la vagina cerca a las vías urinarias los flujos dan molestias como dificultad para orinar u otras que hacen pensar erróneamente una infección urinaria y muchas mujeres, por ello, se automedican, sin obtener mejoría a sus molestias.

Contra lo que muchos creen, la presencia del papiloma virus en el cuello uterino, que está asociado al cáncer de cuello uterino, no da ninguna molestia, no se asocia a la presencia de flujos.

Ahora bien, hay otros gérmenes, provenientes del intestino grueso, que también pueden causar flujo vaginal. Se sospecha de ello cuando las molestias no ceden al tratamiento y se presentan frecuentemente. Entonces se realiza un examen de secreción vaginal que identifica al germen que lo  está produciendo y cuál antibiótico lo puede combatir.

Pero no todo es tan simple: la causa de flujos en la infancia se puede deber a la presencia de cuerpos extraño, con el papel higiénico a la cabeza y otros más raros como frejoles o plastilina que algunas niñas se introducen en la vagina, jugando. Se han encontrado a veces gonorrea o trichomonas, ante ello hay que pensar que puede existir una forma solapada de abuso sexual y se debe investigar. La presencia de cándida en niñas es frecuente y está relacionada a la mala higiene.

Flujos en la tercera edad muchas veces están asociados a irritación que se produce en la vagina por falta de hormonas y cuando se administran estas por vía vaginal tienden a calmar las molestias.

Flujos de otras características como sanguinolentos, marrones o de olor fétido se pueden asociar a la presencia de algún cáncer de origen ginecológico y no hay que esperar que se presenten estos para recién acudir al médico porque ya sería demasiado tarde: cuando el cáncer da esas sintomatologías generalmente ya es incurable.

Por ello es importante el control ginecológico preventivo, que debe realizarse anualmente y no auto medicarse por sugerencias de amigas o del farmacéutico, a veces se enmascaran cosas más serias o se desperdicia dinero con tratamientos equivocados.

Una forma de evitarlos es una higiene adecuada, usar ropa interior de algodón blanco, cambiarse cuando se suda mucho en los genitales, no usar pantalones con el tiro apretado, no usar baños públicos ni piscinas sucias.

El flujo vaginal acompaña a la mujer durante toda su vida y la mayoría son normales, fisiológicos. Se presenta transparente y ligeramente amarillento como consecuencia de la producción de hormonas durante el ciclo menstrual y no amerita ningún tratamiento.

Llamada 1

Por estar la vagina cerca a las vías urinarias los flujos dan molestias como dificultad para orinar u otras que hacen pensar erróneamente una infección urinaria y muchas mujeres, por ello, se automedican, sin obtener mejoría a sus molestias.

Llamada 2

Pero no todo es tan simple: la causa de flujos en la infancia se puede deber a la presencia de cuerpos extraño, con el papel higiénico a la cabeza y otros más raros como frejoles o plastilina que algunas niñas se introducen en la vagina, jugando. Se han encontrado a veces gonorrea o trichomonas, ante ello hay que pensar que puede existir una forma solapada de abuso sexual y se debe investigar. La presencia de cándida en niñas es frecuente y está relacionada a la mala higiene.

Llamada 3

Por ello es importante el control ginecológico preventivo, que debe realizarse anualmente y no auto medicarse por sugerencias de amigas o del farmacéutico, a veces se enmascaran cosas más serias o se desperdicia dinero con tratamientos equivocados.