[ESCRIBE: Jaime Vásquez Valcárcel].
Un cibernauta envío a la redacción web del diario El Comercio la foto del hundimiento de un camión en la calle Putumayo de Iquitos y al instante fue primera plana de ese medio en su edición virtual. Otro cibernauta envío a la misma redacción la foto de la agresión brutal que recibió un perro en la calle Putumayo de Iquitos y al instante fue primera plana de ese medio en su edición virtual. Eso solo para referirnos a dos casos que se originaron en la capital loretana.
De un tiempo a esta parte –como una forma avanzada y más gráfica de lo que era el Rotafono de RPP Noticias- las redes sociales se han convertido en la principal fuente de información de los grandes diarios del mundo. Vía WhatsApp cualquier persona con un teléfono celular puede transmitir la información casi al momento en que se produce. Y esas informaciones van desde hechos muy anecdóticos hasta temas centrales.
Mientras escribo este artículo, por ejemplo, una noticia recorre el portal del diario decano de la prensa peruana: “Una nueva denuncia llegó a través de nuestro sistema de informe vía WhatsApp (+51 947-031-286). Un usuario compartió una foto sobre la peligrosa forma en que trasladan animales en la Panamericana Sur. Según refirió el testigo, el chofer del taxi de placa C5E-694 ni siquiera había atado bien a los becerros, por lo que éstos corrían aún más peligro de caer a la autopista. Al respecto, el reglamento de tránsito señala que transportar material sin cubrirlo o sujetarlo es una falta grave y tiene una multa de S/.190. Y de por sí, cualquier animal merece un mejor trato que este.”.
¿Esto marcará el fin de los corresponsales? No creo. Pero con el avance de la tecnología de la información todo ciudadano puede transmitir un acontecimiento inmediatamente después de producirse. Y el filtro que tienen los medios de comunicación ya no es el corresponsal. Es decir, si antes la información tenía que ser canalizada por los corresponsales hoy este papel ha desaparecido. Son los ciudadanos directamente los que envían la información que consideran apropiada. Desde el hundimiento del camión pasando por la agresión a un perro o el traslado de becerros en un auto inapropiado.
Los corresponsales tendrán que asumir su nuevo rol y estar preparados para ello. Porque la inmediatez de la noticia ya no es exclusividad de ellos. Y me temo que se irá evidenciado mucho más en los próximos días porque el diario que mencionamos ya ha colocado un número especial para estos envíos y todos los días se publica notas entretenidas, actuales y muy curiosas.