El día de la venta del libro
Estos tiempos tan confusos y de crisis económica pasan por situaciones que nos dejan helado porque le han quitado o desmontado el brillo de la idea original. Como todo día 23/ 24 de abril de cada año hay actividades relacionadas con el libro, autores y editores, como por ejemplo se entrega el Premio Cervantes en Alcalá de Henares, cuyo recinto visitamos con el poeta Percy Vílchez. Pero cada día esta actividad se escora hacia las ventas – como el día de San Jorge o Jordi en Cataluña, que se ha convertido o transformado, como no, en cifras de venta [los muy horteras regalan junto al libro una rosa]. Ese día es bueno sí se han vendido más libros ¿eso puede medir o ser un indicador del placer por la lectura? Las ventas en el día del libro marcan el bendito día [es el nuevoriquismo que no solo está a escalas españolas también ha entrado a la conciencia peruana del consumir por consumir porque se tiene dinero y eso es una terrible irresponsabilidad], éstas, las ventas sería una actividad residual pero no central como quieren hacerlo los grandes grupos editoriales como los que dependen del grupo Prisa y otros que ofertan literatura basura. Así vamos de cabeza. Es desesperante observar que los diarios te digan o dirijan que libros debes comprar ¿? Es de calvatruenos y una estrategia para tontos. Como lector me siento ofendido, es más, no comulgo ese dirigismo por las estúpidas recetas de lecturas que ofertan porque voy por libre, es más es una intromisión altamente tóxica en mi gusto y libertad. Una fiesta del libro debería surgir alrededor de la lectura del libro en una biblioteca, en casa, con un grupo de amigos con ganas de platicar tomando un café o un vaso de agua pero jamás como vía obligada por la compra de un libro.
