El complot contra Qali Warma

 – Prensa y políticos jugando en pared

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De pronto comenzaron a sonar todos los teléfonos y los llamados por las redes y servicios electrónicos a veces sonaban suplicantes y otras llorosas. En un centro educativo del barrio de Tiabaya unos productos de Qali Warma presentaban síntomas de haberse malogrado, al menos así lo decían algunos medios nacionales en sus portales. Nos causó gran sorpresa. Un poco por lo alarmante de la información y la posible contaminación infantil y otro  tanto por la rapidez de la presencia nacional, incluida la argolla de los corresponsales y sus equipos Fly Away. (light )

En un bloque de ocho filas de leche apilada, al menos en dos bolsas de la octava de la parte inferior se había detectado ciertos olores por parte de los maestros encargados de la repartición del desayuno. Alertados, habían dado parte a los responsables del programa, ellos, por la sensibilidad de las circunstancias de casos anteriores, habían comunicado  el hecho a su central en Lima, es ahí donde se había filtrado oportuna y rápidamente el hecho y sin mayor evaluación se había ordenado el desplazamiento de corresponsales y estos a su vez avisado a sus pares. “Es un tema nacional”. Habrían evaluado y  saltando de contentos porque la comisión rápidamente tendría repercusión y por supuesto asegurarían la tajada de esa comisión al aire.

Los locales nos sorprendimos por esa furibunda cobertura. Es, en esos momentos que reventaban los teléfonos invitando a la conferencia de prensa para aclarar la información y no cunda el pánico en la distribución del producto. Ahí, cargando kilos de documentos y en un costado se encontraba el proveedor de esos colegios de la zona. Se había acopiado todo con el afán de declarar lo que nadie le preguntó. Sin embargo el jefe zona – pobrecito él – trataba de justificar la falta de fiscalización a estos proveedores, ante la insistencia y sagacidad repentina de los que normalmente suelen ser “moderados”. Todo  en ellos parecía una orden específica.

El proveedor tenía su explicación que nadie escuchaba. El peso de las siete cajas anteriores habría provocado la rotura de esas bolsas de leche. La falta de organización y ambientes en ese colegio había originado esa forma de ordenar los productos. Demostraba con documentos la fecha de envase, la entrega y la calidad de esa leche y se comprometía a retirar todo el bloque y reponer la misma cantidad mientras se realizarían las investigaciones, pero pedía casi lloroso que no le quiten su condición de distribuidor pues había invertido capital económico y humano en afianzarse como micro proveedor del programa que incluía a varios productores de la zona.

Ayer, mientras Rosa María Palacios en su programa de La Exitosa nacional explicaba que los “busca periodistas”, estos empresarios que antes monopolizaban los contratos del Pronaa, compran hombres de prensa y hasta medios para magnificar estos “huecos” de Qali Warma, me recordé del proveedor y su inmensidad de papeles. Esos que siempre los periodistas pedimos para hablar con pruebas, los mismos que no les interesan a esos “coleguitas” que le siguen el juego a sus jefes que a su vez digitados desde las “salas de prensa” ordenan esas coberturas extraordinarias.

Rosa María, a quien no pueden acusar de paternalista ni nada por el estilo, decía que en estos programas seguramente habrá deficiencias pero son micro y si hay corrupción también sería micro, a diferencia de los contratos y proveedores grandes que organizaban este tipo de programas en los gobiernos anteriores. ¿Se justificaba estadísticamente esa deficiencia por más que sea magnificada”? en un programa con miles de proveedores seguramente que sí.

Esos busca periodistas, dijo la periodista, habían ido a buscar al mismo Juan Carlos Tafur, para pedir en coro a cuatro voces lo mismo que piden  algunos periodistas y políticos en el Congreso: la desaparición del programa. Los periodistas de provincias seguramente insertados en esa teoría de la comunicación del espiral que indica que, es correcto informar lo que dicen los medios masivos o de impacto, porque ir en contra se asume como desenfocado o ajeno es decir dentro del espiral, seguirán con el talante que les dictan. Allá ellos.

Con la desfachatez  delata la catadura de algunos políticos ya han pedido incluso la cabeza de la ministra del MIDIS, a pesar que no es responsable de nada aún. De lo malo lo bueno. Al menos en diferentes zonas se ha comprobado que la organización de recibo y despacho de los productos se ha mejorado, pero no jodan ni insulten la inteligencia a los peruanos denunciando tremebundamente la corrupción del programa en sus cuatro extremos. Si este gobierno tiene pantalones debería seguir adelante con el programa, reforzarlo, ampliarlo, maximizarlo en zonas de alta pobreza y dejar que las corporaciones hagan su pataleo en los medios de su propiedad. A esos periodistas se les ve en las fotografías en las redes con grandes comilonas por su día. Felices.

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