El concurrido y espectacular campeonato de lavado de manos ha reemplazado a la viaja pasión por el fútbol en el Perú de las derrotas reiteradas. Luego de la eliminación sin atenuantes de la contienda pelotera de Rusia, los peruanos de ambos sexos entraron en una bronca contra la pelota y dejaron de acudir a las canchas de barrio y a los mismos estadios. No tardaron en buscar un nuevo entretenimiento para pasar las horas y, como en ese tiempo estaba de moda lavarse las manos, a alguien se le ocurrió implantar esa nueva pasión en el respetable: la pasión por tener las manos limpias.
El campeonato de las manos limpias es similar al certamen conocido como Copa Perú. Se realiza en todo el territorio nacional en la modalidad del todos contra todos. Los ganadores van paulatinamente ascendiendo en las tablas de posiciones hasta que arriban a la gran final que se realiza en Lima. El público elige a su favorito entre los finalistas y le alienta con gran entusiasmo. El ganador absoluto es el que mejor se lava las manos. No es, desde luego, aquel que cree que basta con echarse agua y agarrar un mantel, sino el que utiliza el concurso del jabón. En este año el campeonato mencionado está bastante disputado, puesto que los ganadores son expertos en lavarse las manos a cualquier hora y en cualquier circunstancia.
El que puede ganar la contienda es aquel que lleva a todas partes agua en una bolsa de plástico y hasta para saludar a alguien e iniciar una conversación se lava las manos. Con las manos limpias en todo momento no ofende ni teme y viene causando sensación entre los miles de espectadores que de seguro el día de la contienda llenarán las graderías y tribunas del estadio nacional.