El cacique prófugo  

Los que en determinado momento fugaz disfrutan del poder deberían tener un escudero permanente que les recuerde que son mortales.  O deberían tener como libro de cabecera “El Eclesiastés” donde se dice que todo es vanidad de vanidades. Inclusive,  el poder que no dura mucho y que se pierde a la vuelta de la esquina. Es como la dicha y tiene un rápido fin. Pero para algunos ese fin es el infierno, porque luego de la miel viene la hiel.  Así debe ser si consideramos que en estos días el señor Jorge Chávez Sibina, ya olvidado jefe de un partido fenecido, antiguo político sin ningún porvenir en las justas electorales,  tiene orden de internamiento en el penal. La orden de comparecencia, donde era juzgado por una serie de supuestos delitos cometidos durante su gobierno edil, gestión que no es de ayer,  se convirtió en orden de captura.

Entonces, el burgomaestre del boulevard de Morona que nunca hizo, el varón de los floreros que se desperdiciaron en Próspero, el sujeto de los viáticos exagerados y otras perlas, se  convirtió en un prófugo más. Hasta este momento no es habido. Se desconoce su paradero.  En la vida todo se acaba. Para cada uno, se entiende. Pocas cosas son perdurables. El jefe  del sepultado partido Nueva Amazonía ya estaba lejos del trono consistorial de ayer, lejos de las engañosas gangas de la pequeña cumbre y del protagonismo vertiginoso. Ahora es un prófugo y ese puede ser el triste destino para algunos ciudadanos que en algún momento ocuparan el centro de la vida provinciana.

El señor Jorge Chávez Sibina se apagó temprano. Demasiado temprano acabó en nada. Se extinguió tan pronto abandonó los lugares del poder. Su última estación fue el Congreso. De los escaños salió hacia el fin de su ciclo que alguna vez  anunció un liderazgo descentralista. Su retiro en esa forma nos revela que nunca alcanzó la estatura del líder, del político legal y con pasión. Era todo un cacique o un jefe mínimo que  se quedó sin aire, sin cargo y sin partido, alcanzando la jubilación en la hora en que debía emprender otras jornadas.