¿Se puede afirmar que hay corrupción en una institución y también ser proveedor de ella simultáneamente? Parece que sí. Por lo menos lo que escribe José Rojas Vásquez, ex rector de la UNAP así lo demuestra. Habla de favoritismos y pasa por “Cajatambo” cobrando más de 200 mil soles. Bipolaridad le llaman ¿no?