EL ASALTO AL CIRQUERO

El flamante propietario del pomposo Hollywood On Ice, Rolando Acuña, hasta que estire la pata y se marche con su orquesta a otro baile, no olvidará a la cálida, caliente, achicharrante, quemante, quemonera, asfixiante, infernal ciudad de Iquitos. Así se quede sin memoria el nombrado seguirá recordando la esquina de las calles Moore con Yurimaguas. Porque allí mismo, sin previo aviso y sin tardanza, con evidente alevosía y mucha ventaja, sujetos amigos de lo ajeno, seres metidos en la turca y la tecnología del atraco,  le hicieron el alto como policías  de tránsito y se zamparon sus 3 mil soles y otros objetos personales. El empresario quedó entonces desplumado, misio, y lamentando su mala suerte.

El pomposo Hollywood On Ice nada tiene que ver películas o actrices. En realidad, es un circo sobre hielo. Y en estos tiempos de incremento de la violencia atracadora viene dando funciones donde era el campo del José Pardo, equipo de tantos amores que tiene más de 100 años de existencia. Todo marchaba bien para el cirquero hasta que aparecieron los asaltantes en nocturna jornada. Que sepamos, aunque Alá sabe más,  es la primera vez que en estos graneros un cirquero sufre tal afrenta. En esta ciudad los circos son parte del paisaje. Pero todos ellos,  los dueños de las funciones, se fueron siempre sin perder la billetera. El señor  Rolando Acuña es entonces una especie de Adán de los latrocinios callejeros en esta urbe.

Que los compadritos del asalto hayan visto como una mina rentable a un cirquero revela los profundos cambios que vienen ocurriendo en el gremio. Cualquier cosa, actividad o rubro humano, puede caer en las ambiciones de los delincuentes. Ese dato nos revela con profunda verdad la descomposición social que se nutre de inseguridad ciudadana. El Perú no anda tan mal en esa materia. Avanza en otras cosas, pero  a nivel continental ocupa el segundo lugar,  debajo del México lindo. Y el asalto al pobre cirquero es una muestra de cada vez el asunto es  peor. Nadie está libre de ser víctima de esa ofensiva que en el país es ya un escándalo.