La vida sedentaria es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad mundial, debido a que esta tendencia está creciendo todo el mundo, tanto en los países de ingresos elevados como en los de ingresos bajos y medianos. Por eso, elige una buena rutina de ejercicio pero una adecuada a tu edad.
El cuerpo cambia con el tiempo y si tu cuerpo no es el mismo en los 20 y en los 30, por qué habrías de hacer el mismo tipo de ejercicio. En cada etapa de nuestras vidas el cuerpo tiene distintas necesidades, atiéndelas.
En los 20’s: El secreto de esta edad para tener grandes resultados será el cardio. De los 15 a los 29 años puedes realizar variadas actividades cardiovasculares para el fortalecimiento muscular y, por supuesto, para aumentar la quema de grasa. Eso sí, no abuses de la juventud, nunca te olvides de dormir bien y comer saludable.
En los 30’s: Tu principal objetivo debe ser mantener un buen tono muscular, por lo que las actividades de resistencia son perfectas. Te recomendamos pilates y natación, pues son actividades que tonifican muy bien y trabajan un gran conjunto de músculos.
En los 40’s: Es la etapa de hacer ejercicios que logren mantenerte en movimiento, pero sin exigir demasiado y que logren relajarte. Yoga y pilates son grandes opciones.
En los 50’s: Es importante hacer que tu cuerpo recupere fuerza en las articulaciones sin lastimar los huesos y músculos. La menopausia y la gravedad se ponen en nuestra contra. La caminata y la natación son súper recomendables.
En los 60’s: En esta década los ejercicios acuáticos son ideales para evitar la tensión en los huesos y evitar la osteoporosis. El agua es muy relajante y hay menos posibilidades de lesión dentro del agua. La diferencia de hacer natación a los 60 que a los 30 o a los 50, es que ahora deberás modificar tu rutina, los estiramientos son suficientes.
No se trata solo de mantenerte en forma, se trata sobre todo de mantenerte saludable y feliz.