Solamente faltan 100 metros de tierra para su desaparición total

Casa en medio del río
Casa en medio del río

En Tumbes, las cosas son más dramáticas ya que el acceso a suelo firme resulta muy dificultoso debido a la fuerza que el caudal del Ucayali que forma remolinos y corre a una alta velocidad arrasando con todo.

Una situación dramática viven las familias que se encuentran en lo poco que queda de las tierras sobre las cuales se asentaba el caserío Tumbes, arrasado por las aguas del río Ucayali. Si bien es cierto no se han registrado pérdidas humanas, los daños son cuantiosos que han obligado a sus pobladores a abandonar sus tierras por sugerencia de las autoridades de la Defensa Civil de la provincia loretana de Ucayali encabezadas por el alcalde de Contamana Paquito Ramírez Gratelly.

La evacuación se efectúa de manera incesante en una embarcación de mediano calado y otra chata de carga mayor con destino al pequeño caserío de Chorrillos, ubicado a corta distancia aguas arriba, donde habitan nueve familias que recibirán en sus tierras a otras 60 que son trasladadas con sus pocos enseres y animales domésticos.

Hasta el momento de lo que fue el caserío Tumbes, solamente quedan 100 metros y en estas horas el río se llevaría las instalaciones del templo católico y avanza al último refugio de la población que es el local de la institución educativa.

El drama se acentúa debido a la carencia de viviendas o techos que protejan a la población de las lluvias que caen en estos tiempos en la zona del desastre por lo que alcalde de Ucayali y presidente provincial de Defensa Civil, Paquito Ramírez Gratelly ha dispuesto el traslado a Chorrillos de más ayuda consistente en frazadas, bobinas de plástico, madera, ollas y menaje de cocina, colchonetas, alimentos, agua y medicinas.

En las últimas horas la autoridad municipal se ha comunicado con el presidente de la Región Loreto, Fernando Meléndez a quien solicitó la ayuda necesaria para atender a los damnificados obteniendo de la autoridad regional el compromiso de asistir con material para construir viviendas para las 60 familias que se ubican en el nuevo punto de refugio en el río Ucayali.