Asesinato de mujeres en el Perú registran 158
Sonnia Isabel Alvarado Huayunga (28) fue encontrada enterrada. Investigación por parte de la policía de San Lorenzo en la provincia de Ramón Castilla dio con el paradero de uno de los involucrados. Involucra a su pareja. Investigaciones continuarán por el Ministerio Público.
Los familiares de Sonnia Isabel Alvarado Huayunga denunciaron en la comisaria de la zona su repentina desaparición que habría ocurrido en su vivienda ubicado en la calle Atahualpa 210 de San Lorenzo. Por información de los vecinos se tuvo detalles sobre lo que llevaba puesto, un vestido con estampado de flores y zapatos de color beige. El señor Carlos Alvarado Arenas, padre de la comunicadora fue quien pedía a la población información sobre el paradero de su hija.
La tarde del lunes al promediar las 2:30 pm se encontró el cuerpo sin vida de una mujer, el cual había sido enterrado en el terreno del señor Román Pisco, zona de Barrio Carabanchel en San Lorenzo provincia de Datem del Marañón. La policía confirmó que se trataba de la comunicadora desaparecida desde el fin de semana. Dieron aviso al ministerio público. La fiscalía de turno, realizó el levantamiento de cadáver y trasladó a la morgue para determinar las causas de su muerte.
La policía intervino a dos personas para dar con el paradero del cadáver, se trata de Felipe Cáceres Rodríguez pareja de la fallecida y Román Pisco mototaxista que habría asistido en el traslado y entierro del cadáver. Luego del interrogatorio fueron hacia el terreno de propiedad de Román Pisco, un espacio había sido recientemente cavado, tras la remoción de la arena encontraron el cuerpo, que de inmediato fue identificado como la periodista desaparecida.
La fallecida Sonnia Isabel Alvarado Huayunga se desempeñaba como periodista en radio Laser de San Lorenzo. Según información por parte de sus familiares y amigos cercanos era víctima de maltrato por parte de su pareja el abogado Felipe Cáceres Rodríguez. Esperan que las investigaciones continúen por parte de la policía nacional y el ministerio público, para sancionar de manera ejemplar a los involucrados en el asesinato.
La población de San Lorenzo de inmediato protestó sobre el hecho. Varios ciudadanos llegaron hasta la comisaría de la zona, lugar donde se encuentran ambos intervenidos, a través de arengas exigieron la salida de los sospechosos para administrar justicia popular, aseguraron no retirarse hasta cumplir su objetivo. El comisario tuvo que redoblar la seguridad de la dependencia policial para evitar posibles conflictos.