Aunque en la marcha no estuvo ningún animal, ni para muestra, el domingo 15 de marzo del año en curso se realizó en el Perú la marcha nacional por los derechos de los animales. Con sendos polos blancos, portando pancartas y coreando lemas alusivos a la defensa de mascotas, guardianes, cancerberos, engreídos, mininos y otros ejemplares, los manifestantes recorrieron varias calles de las principales ciudades del país. Era una manera de sensibilizar a la gente sobre el trato a esos seres aparentemente inferiores.

La marcha cayó precisa en momentos en que los animales sufren maltratos de parte de los peruanos de ambos sexos. Basta ver la cantidad de perros y gatos ambulantes o itinerantes que no tienen ni donde caerse muertos. Dichos especímenes son un penoso espectáculo que revela por lo menos la crueldad de ciertos individuos que gustan de torturar a esos seres vivos. Todo estuvo muy bien en esa jornada y nos sumamos decididamente a esa cruzada por hacer más vivible la vida de los animales. Creemos, por otra parte, que se debe radicalizar la lucha frontal contra los candidatos o partidos políticos que usan animales como símbolos.

Nadie puede creer que los gallos, pollos, gatos negros, cachorros, otorongos, abejas y otros especímenes se sientan contentos o bien representados por esos partidos o agrupaciones. Nadie a consultado a los animales si es que se sienten bien al ser utilizados en cada campaña. ¿Pueden los gallos corraleros simpatizar con el señor Jorge Mera? ¿Pueden sentirse cómodos cuando le ven agitar sus brazos como si fueran alas y cuando le escuchan cantar como si fuera un garañón avezado? ¿Pueden los gatos en general tener alguna simpatía por ese candidato que en Mazán que hacía gala de ser un legítimo gato negro? ¿Pueden los felinos del bosque sentirse en su salsa si un abogado funge ser un aguerrido otorongo?

1 COMENTARIO

  1. CHARLES DARWIN DECÍA:
    Cuando quieras calificar a una persona, no te apures en compararlo con un animal, podrías ofender al animal.

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