El gobierno está cayendo en el peor error en lo que va de mandato. Una aplanadora ha salido para encarcelar a los dirigentes del valle del Tambo. Estos serán impresentables y hartamente cuestionados y seguramente merezcan cárcel en un futuro mediato. Pero la torpeza del gobierno buscando operadores, ministros, medios y hasta un poder judicial que le siga en sus objetivos revela que la brújula tiene un solo sentido. No hacer creer a nivel internacional que es genuflexo a la protesta.
Me imagino que a Ollanta Humala le están haciendo creer que si queda en este año con la imagen de estadista no sólo podría obtener alguna representación internacional, dar conferencias sobre gobernabilidad y programas sociales sino podría tener un regreso político auspicioso. Esta misma consigna que tienen todos los que alguna vez gobernaron el Perú y creen que con algo de entusiasmo, dinero y apelando a la buena memoria de los peruanos podrían volver a ser presidentes. Por eso Tía María y el Valle no interesan si se anteponen a este objetivo.
Porque en realidad si se trata de coherencia la cosa parece ser muy sencilla en el Valle del Tambo. Hacer sentar a la Southern obligándole a que, de parte, retrase el proyecto dos o tres años (de paso se lo deja al otro gobierno, que ya sabemos no serán ellos). Obligada y conjuntamente con la minera realizan la inversión de las represas y la extensión del área agrícola (que no demandaría ni muchas millonadas ni mucho tiempo), ofrecer estas hectáreas altamente cultivadas a los propietarios y establecer cuotas laborales para los residentes de la zona. Convocar a una empresa internacional de prestigio para que monitoree posibles contaminaciones con aplicaciones de traslado de esta información a municipios y a los mismos ciudadanos.
Y, finalmente, si la empresa no quiere recibir este trato que venda la concesión a otra que sí quiera implementar estas medidas de tal manera que se borra la imagen de una empresa altamente cuestionada que por décadas no ha sabido trabajar de la mano con estas poblaciones. Una excusa de la minera ha sido que van a realizar una inversión cuantiosa para un cobre de calidad cuestionada, pues entonces si no les es rentable que la transfieren y se acaba el cuco que tiene el gobierno de no quedar con la imagen de un gobierno que tiene la mano endeble.